A la linarense Alba Peña Campos le interesó siempre la danza. Bailarina precoz, a lo largo de su fructífera trayectoria, ha ido configurando un rico y muy particular universo.
Sus piezas reivindican la construcción de la belleza dentro del movimiento rítmico del cuerpo. Pasos, saltos, giros y desplazamientos que capta a cara de perro y sin compasión con su máquina de fotos. El resultado resalta las facciones y plastifica los colores.
Esa conexión con el ballet clásico es evidente para quien se acerque a la vida de Alba Peña (Linares, 33 años). Cuando todavía no levantaba dos palmos del suelo, sus padres la llevaron a la Casa de la Danza. Allí, pasó su infancia y adolescencia, entre la calle Alberto López Poveda y El Lugarillo.
Pasó por varias escuelas y conservatorios, y en 2014 acabó sus estudios de la Royal Academy of Dance, pero le faltó un poquito para desarrollar plenamente su carrera como bailarina. «Me han fallado ciertas condiciones para el ballet clásico», reconoce a este periódico.
Eso no quiere decir que se siga sintiendo bailarina de vocación. Sin embargo, ahora lo hace como aficionada. Ella donde realmente da el do de pecho es con la cámara. Empezó a tirar fotos durante una convalecencia por una lesión. Ahí se le disparó el objetivo y fue consciente de su habilidad para percibir la elegancia a través de las formas.
Alba Peña se marchó a Madrid para compaginar el conservatorio con los estudios de fotografía. Posteriormente, se graduó en Diseño, en la primera promoción de la Facultad de Bellas Artes de la Complutense.
Su trabajo de fin de carrera recibió matrícula de honor. Se titula ‘Momentum’. «Es -explica la autora- un fotolibro donde capturo imágenes de ensayos, puestas en escena, backstage, en estudio… para narrar la danza desde un punto de vista documental», remata.
En 2017, según recoge su biografía, fue seleccionada para participar en Descubrimientos PhotoEspaña por su facultad y, poco después, pudo exhibir varias de sus obras en la Exposición Arte Abierto.
Buena parte de su trabajo está estrechamente relacionado con su ciudad natal. Ha sido la encargada de fotografiar a Aire Danza y Ritmo Latino, además de la puesta en escena de ‘Digan lo que digan’, del IES Santa Engracia, en el Teatro Cervantes.
Su mirada inquieta habla por medio del amor por lo verídico. Un discurso visual e interno tan potente que deslumbra por su calidad. Ha convertido su lenguaje fotográfico en arte, gracias a un talento arrollador. Sus disparos parecen sencillos, pero están llenos de creatividad, porque detiene el tiempo en el momento justo, sobre zapatillas de puntas.
Pone su cuerpo y su alma en la fotografía, como constata su portafolio que es una coreografía artística que combina plasticidad, técnica y personalidad.
Fotos: Alba Peña