Nunca ha estado bien, pero después de las últimas lluvias de Semana Santa el tramo de calzada del Camino de Úbeda que conduce a la vía verde y a distintas urbanizaciones, a partir del Espacio de Arte Rampa, está «impracticable». «Los baches parecen cráteres de la Luna», denuncia un vecino, que añade: «Te destrozan el coche».
Las abundantes precipitaciones y la falta de mantenimiento han multiplicado la aparición de los baches. Tanto es así que los conductores y los usuarios de esta zona de Linares no saben qué hacer para esquivarlos. «De noche, como no lleves luces o estés muy atento, puedes tropezar y caer», dice Javier Torres, que suele salir a caminar al atardecer.
«Su estado es calamitoso. Es vergonzoso como lo tienen», denuncia el usuario de un gimnasio cercano a esta vía pecuaria de titularidad autonómica. A pesar de encontrarse en unas «muy precarias condicione» (llueva o no) la conservación de la vereda es casi inexistente. «Vienen una vez al año, tapan algo os baches y se van. No existe un mantenimiento real», resume Torres.
Desafectación de la vía pecuaria
Esta zona de la ciudad está jalonada de urbanizaciones que crecen en población conforme se acerca el calor. El Ayuntamiento y los propietarios de las viviendas localizadas en estos residenciales han mantenido distintos contactos para solucionar el problema.
Una de las alternativas planteadas es la desafectación de esta parte del camino aprovechando una disposición adicional que tiene la normativa de suelo andaluza que permite realizar este proceso en vías pecuarias que hayan dejado de tener esta consideración por el crecimiento urbano.
Para ello, en primer lugar, se tiene que proceder al deslinde de este camino en aquellos casos que no esté delimitada. Posteriormente, es necesario elaborar un plan especial de hábitat rural diseminado para determinar las zonas que serán regularizadas y los puntos de la vía pecuaria que podrían ser desafectados.
Tras esto, según la normativa se iniciaría el proceso de desafectación de la vía pecuaria, un trámite que debe resolver la Junta de Andalucía. Si cuenta con todos los parabienes, este procedimiento conllevaría también el cambio de la titularidad de los suelos desafectados en el Catastro.
Fotos: Javier Esturillo