Linares despertó este sábado con la triste noticia del fallecimiento de Manuel Valenzuela Bruque a los 61 años de edad tras una larga enfermedad. La Diócesis de Jaén ha sido la encargada de comunicar su muerte que ha producido un hondo dolor en Linares, ciudad en la que nació y en la que desarrolló casi toda su labor pastoral, principalmente en la parroquia de Santa Bárbara, aunque también en San Juan de Ávila, a la que fue destinado en 2021.
Con su marcha la Iglesia jiennense y toda la sociedad de linarense pierde a uno de los grandes luchadores por los derechos de los más desfavorecidos, a los que acogió y a los que ofreció su calor. Su apuesta por estos colectivos fue inquebrantable durante su existencia, siempre con la mano tendida y la puerta de la sacristía abierta para escuchar a todo aquel que iba en busca de una de una voz amiga. Su servicio, amor y dedicación al prójimo marcó su vida, como pastor entregado, amigo fiel y padre espiritual.
Escogió a lo largo de su trayectoria trabajar cerca de los fieles, en parroquias populares, donde propició el debate social, la integración y la tolerancia. Fue capaz de crear comunidad cristiana, trabajando codo con codo con la gente.
Profundo dolor
Su pérdida no solo se ha sentido en Linares y en el resto de la provincia, sino también en la Diócesis de Albacete, donde fue ordenado en 1997. De ahí, se marchó a su tierra como vicario en la parroquia de Santa María la Mayor de Linares y como capellán de las Carmelitas Descalzas.
Posteriormente, fue cura de Santa Bárbara y de San Juan de Ávila. Asimismo, desempeñó diversos cargos como capellán en la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, en el Hospital San Agustín, y en la comunidad de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, todas en Linares. Su último ministerio pastoral fue el de capellán de las Clarisas de Jaén.
Como es lógico, las muestras de pesar por su prematura marcha se han sucedido a lo largo del fin de semana. Las hermandades del Santo Entierro, del Resucitado o del Rocío, entre otras, o comunidades como la Unidad Pastoral Juan XXIII han manifestado su pésame por el fallecimiento del cura linarense.
El obispo de Jaén, monseñor Chico Martínez, ha presidido esta tarde la celebración exequial en la Casa de la Iglesia, donde se ha velado su cuerpo.
