Distorsión cruda. Rabia contenida. Guitarras que no buscan agradar, sino decir. Smells Like Polly irrumpe este viernes (22 horas) en el escenario de la Sala Elviris con un directo demoledor que no se limita a homenajear a Nirvana, sino que trata de restituir su espíritu: el de una música que nació para incomodar, para romper el molde y para convertir la fragilidad en un gesto político.
No es nostalgia fácil ni reproducción mecánica. Lo que propone esta banda sevillana es una experiencia intensa y honesta, pensada tanto para quienes crecieron con Nevermind como banda sonora generacional como para quienes han descubierto a Nirvana décadas después, cuando el grunge ya es historia pero sigue siendo actitud. Desde los primeros acordes, el concierto funciona como un viaje directo a aquel cambio de década en el que el rock dejó de ser grandilocuente para volverse áspero, contradictorio y visceral.
Nirvana, formada en 1987 y liderada por el carismático y atormentado Kurt Cobain, no solo revolucionó la música de los noventa: dinamitó sus certezas. Con un sonido deliberadamente sucio y letras atravesadas por la incomodidad, la ironía y el desencanto, el grupo convirtió Nevermind en un fenómeno cultural que trascendió el éxito comercial para convertirse en un grito colectivo. El grunge pasó de los márgenes al centro sin perder su esencia, y esa paradoja sigue siendo parte de su legado.
Smells Like Polly entiende bien esa tensión. Recrean la música, el sonido y la imagen, pero lo hacen sin caer en el histrionismo ni en la caricatura. Su puesta en escena es mimética, medida, casi respetuosa, apoyada en recursos de directo que buscan algo más que la fidelidad técnica: pretenden conectar emocionalmente con el público, arrastrarlo a ese estado de ánimo que hizo de Nirvana algo más que una banda. Aquí no hay impostura; hay intención.
Entradas en Woutick, Entradium y Garage Bar Elviris. Anticipada 10 euros y en taquilla 12. Puedes adquirirla en el siguiente enlace: https://entradium.com/events/smells-like-polly-tributo-a-nirvana-en-linares.

RojoIndio, el sábado
Este sábado también habrá rock en la Sala Elviris de la mano de Javi Indio, un músico linarense, forjado a base de años de escenarios, evolución constante y una creatividad que se resiste a acomodarse. El concierto será a las 18 horas con entrada gratuita.
Su trayectoria no responde a una línea recta, sino a un proceso de decantación. Indio ha pasado por distintas etapas y proyectos, siempre con la voluntad de explorar, de tensar los márgenes del formato rock y de hacerlo dialogar con otras sensibilidades.
Esa búsqueda cristaliza ahora en RojoIndio, su último proyecto, una banda acústica con bajo, batería y guitarra que propone un sonido contenido, medido, casi doméstico, pero no por ello menos ambicioso.
Una música que conserva el nervio del rock, pero lo desplaza a un terreno más íntimo, donde caben el pop, la sutileza y unas letras trabajadas con atención y compromiso. No hay artificio ni exceso; hay palabra, intención y un cuidado especial por el equilibrio entre forma y fondo. Las canciones se sostienen tanto por lo que dicen como por cómo lo dicen.

