Rosendo Alarcón Alarcón (Torreblascopedro, 1988) no tuvo la salida deseada del Linares. Después de lograr el saltó de categoría a Primera RFEF, el ‘Tigre’, como es apodado, no entró en los planes de Alejandro Sandroni y se vio forzado a abandonar el club con el que más éxitos ha conseguido en su larga trayectoria deportiva.
Su destino fue un grande en apuros: el Recreativo de Huelva, con el que este domingo ha vuelto a rugir de alegría por el merecido ascenso a Segunda RFEF, con cuatro jornadas de antelación en el Grupo X de Tercera RFEF.
Chendo se ha reencontrado con la historia en el decano del fútbol español. En el Nuevo Colombino ha sentido el calor y el cariño que necesitaba para encarrilar su carrera tras la decepción de comienzos de curso en Linares. Ahora es un hombre feliz y un recreativista más. «Se va acabando una temporada inolvidable, con grandes momentos, con grandes personas que he conocido y que, en poco tiempo, me han demostrado mucho», asegura el exazulillo.
Acostumbrado desde pequeño a ganarse la vida a base de tesón, Chendo recurrió a su fútbol, a sus remates y a sus goles, para sobresalir en los campos de formación del Cádiz o del Villarreal. Su carrera ha estado jalonada de momentos dulces, pero también amargos.
Su primera etapa en el equipo de su tierra se saldó con un ascenso que, a la postre, no le sirvió para convencer a Torres. Después vinieron destinos variopintos en Tercera División hasta que regresó a la que considera su casa: Linares.
Sus números en el Recre han estado a la altura de un futbolista de raza, a pesar de que una inoportuna lesión le ha impedido rendir todo lo que a él le hubiera gustado. En total, ha disputado 20 encuentros, en los que 15 ha sido titular. Ha anotado cinco goles, el último frente al Atlético Antoniano.
Y, como siempre, su sacrificio e implicación en el proyecto le ha valido para granjearse el respeto y la admiración de la afición blanquiazul, como ya le ocurriera en Linarejos, donde siempre será querido y considerado uno más.
La Justicia le da la razón
Por otro lado, su anterior equipo, el Linares, deberá 19.650 euros por «despido improcedente». La sentencia no es firme, por lo que cabe recurso, según ha adelantado Radio Linares Cadena Ser.
El club presidido por Jesús Medina argumentó razones deportivas para abrirle la puerta de salida el pasado verano. Posteriormente, aceptaría la oferta del Recreativo de Huelva.