Salvar vidas es peligroso. Los bomberos procuran no pensar en ello. Cada aviso o emergencia supone un riesgo, independientemente de que se trate de una persona o de un animal. Ellos no entienden de especies, simplemente actúan.
Estos últimos días se han tenido que emplear a fondo para rescatar a un polluelo y a un gatito en sendas intervenciones en la ciudad. La primera de ellas se realizó este martes cuando recibieron en la sala de control la llamada de una mujer angustiada porque el pollito de su hija se había escapado y fue a parar al balcón de un piso inferior sin habitar de un edificio de la Corredera de San Marcos, en Las 8 Puertas. Hasta el lugar se trasladó un vehículo autoescala y cinco efectivos que lograron devolver sana y salva la cría de ave a su dueña.
El domingo por la tarde otro equipo del Parque de Bomberos acudió al rescate de un gatito que había caído a un estrecho pozo de unos doce metros de profundidad en una vivienda vacía de Camino de Madroñal. En esta ocasión, la actuación requirió de un esfuerzo extra por parte los agentes debido a las condiciones de la estructura.
Así, desplegaron una escalera por la que descendió un bombero, que tras unos minutos, consiguió ascender con el pequeño gato recién nacido. El animal, como en el anterior caso, estaba perdido y desorientado.
El rescate de animales es uno de los muchos servicios que realizan los bomberos de Linares, desde perros y gatos atrapados hasta aves protegidas, como ocurrió hace unas semanas con un búho chico. A veces tienen que recurrir a métodos originales, pero están entrenados para realizar un rescate seguro y pautado.
Los rescates son diferentes dependiendo del animal y el lugar en el que se encuentre, por lo que, en numerosas ocasiones, se hace necesario el uso de un determinado tipo de vehículos o de herramientas específicas. «Parece algo sencillo, pero todas las emergencias comportan un riesgo. Por suerte, estamos preparados para cualquier contingencia, siguiendo siempre los protocolos», señala a El Nuevo Observador el jefe del parque linarense, Jesús Padilla.
Fotos: Bomberos Linares