Las políticas sociales son uno de los ejes sobre los que pivota la acción política del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Baños de la Encina. Prueba de ello son los avances que se han logrado en esta materia en el actual mandato, pero había una asignatura pendiente que ahora la Administración municipal trata de saldar con la aprobación del primer Plan Local de la Infancia y la Adolescencia.
Este miércoles se ha dado el primer paso para que este proyecto sea una realidad con la constitución de la mesa de trabajo que se encargará de dotar de contenido y objetivos la citada iniciativa. Este grupo está compuesto por los centros educativos de la localidad, el IES Bûry Al-Hamma y el colegio Nuestro Padre Jesús del Llano, por distintos técnicos y por el área de Juventud, aunque se trata de una materia transversal en la que participarán otras áreas municipales.
Según informa el Consistorio, la finalidad de este plan es «promover el bienestar de la infancia y de la adolescencia, así como detectar sus necesidades e intereses con el objetivo de incrementar su calidad de vida y el pleno desarrollo de sus capacidades como sujetos activos de derechos», expone.
Una declaración de intenciones que es, a juicio del Gobierno local, clave por ser las etapas en las que se determina una socialización adecuada y la interacción con el resto de ciudadanos. «Iniciamos la hoja de ruta con mucha ilusión, poniendo a la infancia y adolescencia en el foco de todas las áreas y actividades municipales», señalan desde el Ayuntamiento.
De este modo, -añaden- «a partir de ahora se abre un espacio de participación ciudadana, en el que los niños y niñas y adolescentes de Baños serán los protagonistas con el reto de diseñar un plan adaptado a sus necesidades de desarrollo y bienestar«, subrayan.
La iniciativa se estructurará en diferentes objetivos estratégicos y específicos que saldrán de las aportaciones de cada una las partes implicadas en la creación del documento marco, basado en la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU (1989), que deberá ser aprobado por el pleno.