El Deportivo de La Coruña no es solo un equipo avalado por su laureada historia, sino que cuenta con credenciales suficientes para acaparar todos los focos de las semifinales del play off por el ascenso a Segunda División. Es el favorito indiscutible en el cruce con el Linares por su potencial económico, obligación y masa social. Y, además, juega en Riazor, donde solo ha perdido tres partidos en la Liga regular y, uno de ellos, en la última jornada cuando ya no se jugaba nada. Ha sumado 42 puntos.
El conjunto de Borja Jiménez se muestra en casa como un colectivo sólido, bien armado atrás y resolutivo en ataque, aunque su fútbol haya sido cuestionado en más de una ocasión por su hinchada. Lógico para un equipo con tanta presión. Quizá sea este último aspecto en el que más puede pesar en las piernas deportivistas. La necesidad imperiosa de ascender a la Liga de Fútbol Profesional es un condicionante que juega en contra de los locales; muy al contrario que el Linares, que llega a la cita con los deberes hechos en una temporada para enmarcar.
Desde el portero Ian Mackay hasta Alberto Quiles, su máximo artillero con 18 dianas, es un plantel de otras dimensiones, plagado de futbolistas con experiencia en categorías superiores, como Miku o Bergantiños, dos piezas clave en el esquema de Borja Jiménez, quien suele jugar con 1/4/1/3/2 para realizar, de este modo, mejor la presión.
Y es que el Depor defiende desde el ataque, con las líneas bastante adelantadas. con Miku , Villaresy Juergen más avanzados. Por detrás, aparece Alex, que hace la función de nivelar el equipo dependiendo del lado por el que salga el rival. En tareas defensivas, el cuadro deportivista es trabajador, solidario en las ayudas y muy físico ganando un alto porcentaje de balones divididos.
Solo el Racing de Santander, campeón del Grupo I y ascendido a Segunda; el Real Unión de Irún y el Unionistas de Salamanca han sido capaces de doblegar a los albiazules en el Estadio de Riazor y con marcadores muy ajustados 1-2, 1-2 y 0-1, respectivamente. También han sacado resultados positivos el Racing Club de Ferrol (0-0); Athletic Club B (1-1) y SD Logroñés (1-1). Ha marcado 32 goles y solo ha encajado 12.
Su debilidad viene en las transiciones. Le cuesta replegarse cuando el balón corre demasiado, y esa es una de las mayores bazas del combinado minero, como ha demostrado desde la llegada de Alberto González al banquillo.
