El equipo de Gobierno del Partido Popular encara un año decisivo para Linares. Otro más. Atrás queda su victoria, menos holgada de lo esperado, en las elecciones del 28 de mayo y siete meses de gestión en los que apenas se han avanzado nuevos proyectos para la ciudad.
Las intervenciones más importantes que se están desarrollando o se van a desplegar pertenecen al pasado: la conexión del arroyo Periquito Melchor, la demolición de naves del Parque Empresarial Santana o la remodelación del Estadio de Linarejos. El resto pertenece a la política corriente en el funcionamiento del Ayuntamiento.
Pendiente está todo. El problema es que Linares ha quedado relegada, una vez más, por el resto de administraciones. Los presupuestos aprobados por la Junta de Andalucía no recogen inversión de relevancia para el municipio, más allá de iniciativas que vienen de lejos, como la reforma integral de la residencia Zaytum, el sempiterno ramal de Vadollano o la pedrea para Cástulo.
Tampoco la Diputación se ha esperado mucho en su aportación para la ciudad y queda saber qué traerán las primeras Cuentas Generales del Estado del reelegido Pedro Sánchez. En definitiva, muy poco para una población que se desangra y que cada vez tiene menos maniobra política en Jaén, Sevilla y Madrid.
La alcaldesa, Auxi del Olmo, hasta ahora no ha demostrado su verdadera influencia en los estamentos más elevados de su partido y del propio Gobierno andaluz. Es más, al carecer de competencias en departamento alguno, da la sensación de que su papel de regidora es más de cara a la galería, dejando el peso de su Ejecutivo en otros concejales, como Raúl Caro-Accino, quien, en la sombra, sigue siendo el interlocutor del Consistorio en los foros donde verdaderamente se deciden las cosas.
Hitos para el avance
Linares tiene que avanzar también en su cambio de modelo económico para incluir en la tecnología y la logística un nodo de riqueza. El contrato del Ministerio de Defensa con Sicnova, por casi 83 millones de euros, a la espera de lo que ocurra con el concurso al que se presentó Santana Motors, representa un soplo de esperanza para la industria local. Todo ello unido a la expansión de Meltio y el Cetemet (Centro Tecnológico Metalmecánico y del Transporte) y, obviamente, a la puesta en marcha del Parque Empresarial Santana.
Lo de conseguir mejores conexiones ferroviarias e infraestructuras para hacer atractiva la inversión tampoco ha tenido éxito este 2023 y se espera que 2024 traiga algún fruto.
Porque este nuevo año los partidos ya no tendrán la excusa del ‘aterrizaje’ o el estar recién llegado conociendo las entrañas de las instituciones para hacer realidad los proyectos que tan necesarios son en Linares. Tendrán la herramienta que es el presupuesto -cuando lo aprueben- y solo faltará la decisión política para tomar las medidas del cambio que ayude a despegar a la ciudad de una vez.
