¡Hola!’, ‘¡Bienvenidos!’, ‘¡Welcome!’. Tres pancartas anunciaban la llegada del comité del Plan Marshall al pequeño y tranquilo pueblo de Villar del Río. La novedad provoca un gran revuelo entre la gente, que se dispone a ofrecer a los americanos un recibimiento muy especial. El alcalde (interpretado por un magistral Pepe Isbert) concibe esa visita como una oportunidad de oro para mejorar la vida de sus vecinos.
Sin embargo, aquel plan de ayuda a la Europa arruinada por la guerra pasa de largo por Villar del Río. ‘Bienvenido, Mr. Marshall’, de la que se han cumplido 70 años de su estreno, fue una contundente y tierna sátira sobre la España del subdesarrollo y la pandereta.
A los linarenses les ha pasado algo parecido con la llamada Iniciativa o Inversión Territorial Integrada, más conocida por las siglas ITI, una línea de financiación de fondos europeos que vendría a sacar a la ciudad de la ruina en la que se encuentra debido a la crisis provocada por el ladrillo, el cierre de Santana Motor o la pandemia.
El 23 de noviembre de 2017 el entonces alcalde de Linares, Juan Fernández (PSOE), consiguió del que fuera secretario de Estado de Hacienda, José Enrique Fernández de Moya (PP), el «compromiso» del Gobierno central con la ciudad y su apuesta por una colaboración institucional en torno a ITI, que tendría una mayor sensibilidad hacia Linares y el eje de la Nacional IV, zonas devastadas por la desindustrialización y las altas tasas de paro.
Esa iniciativa tenía el respaldo de la Plataforma Ciudadana Todos a una por Linares que fue la primera en hablar de esta posibilidad e, incluso, se desplazó a Bruselas para conocer más a fondo su implementación en la comarca.
Sin embargo, finalmente, por presiones de otros colectivos e instituciones, el Gobierno central, Junta de Andalucía y Diputación jiennense dieron un giro al guion y ampliaron el campo de actuación de la ITI a toda la provincia, si bien es cierto que en 2015 ya se había solicitado por la Administración provincial, aunque sin éxito.
En enero de 2019, después de numerosos trámites, el Gobierno andaluz daba luz verde a los primeros 29 proyectos de la ITI de Jaén por valor de 93,3 millones. Se destinaron partidas para el conjunto arqueológico de Cástulo y el Ramal Ferroviario Vadollano-Linares, proyecto que, hasta ese momento, financiaba a pulmón la Junta.
Fue la primera decepción de un plan que transformaría, en teoría, los pésimos indicadores sociales, laborales y económicos de Linares. Años después, y con la ITI prácticamente desplegada, poco o nada ha cambiado. Estos fondos han servido, eso sí, para potenciar el atractivo de Cástulo, ahora con otro medio millón de euros para la iluminación del sendero peatonal del yacimiento, la ampliación del IES Himilce, el mencionado ramal, líneas de financiación para cursos de empleabilidad de la Cámara de Comercio y ayudas a empresas para el fomento de la gestión energética eficiente.
Todos los datos de la ITI se pueden consultar en la web https://infoitijaen.es/ donde el ciudadano podrá comprobar realmente en qué ha influido esta inversión para acabar con las desigualdades en el municipio minero.
20 millones más para la provincia
El consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz, ha anunció, tras la Comisión de Participación celebrada, que la Inversión Territorial Integrada (ITI) de la
provincia de Jaén aumenta en 20,2 millones de euros el compromiso de inversión, alcanzando los 194,8 millones de euros.
Sanz, que estuvo acompañado por Jesús Estrella, delegado del Gobierno andaluz en Jaén, recordó que “esta ITI contaba con 174,5 millones de euros aprobados para acometer los 18 proyectos estratégicos con 75 intervenciones diferentes en los 97 municipios de Jaén” y que “se concibió con una dotación de 220 millones de euros del Gobierno de España, que no se han puesto en marcha, mientras que la Junta, por su parte, está cumpliendo”.
De esos 20 millones, Cástulo recibirá 445.588 euros, que se suman al medio millón invertido en las obras de infraestructuras y mejora medioambiental para mejorar la visita pública, con el fin de instalar lumínicas sostenibles en el yacimiento.
Buen articulo y sobre todo real….como la vida misma…el último que apague la luz y sálvese quien pueda