Entre la promesa electoral y la realidad de la calle dista mucha distancia. El «puedo prometer y prometo» queda muy bien en un mitin, en un reunión sectorial o en una vista a un barrio. Luego, los hechos demuestran que numerosas cosas que recoge la propaganda de campaña se quedan en papel mojado.
Sin embargo, la alcaldesa electa de Linares, Auxi del Olmo, gozará de una mayoría suficiente para acometer todo aquello que viene marcado en letra impresa en su programa de Gobierno sin que nadie la amenace con una moción de censura o bloquee sus iniciativas.
A partir del 17 de junio, tiene por delante cuatro años con el viento a favor de la Junta de Andalucía y, posiblemente, del Gobierno de España. Es decir, los astros se podrían alinear para que Auxi del Olmo saque a Linares de la profunda crisis en la que se encuentra desde hace más de un década.
Además, no necesita de aclimatación ni de adaptación al Ayuntamiento, puesto que cumplirá su tercer mandato seguido en la Corporación y buena parte de su equipo directivo ya sabe lo que estar al mando de departamentos municipales.
El problema es que no podrá contar, con casi toda seguridad, tal y como adelantó Diario JAÉN, con su número dos de la lista, Raúl Caro-Accino. Éste pondrá rumbo a la Delegación Territorial de Empleo, Formación, Trabajo Autónomo, Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad en sustitución de Francisco Joaquín Martínez, quien ha sido elegido concejal en el Ayuntamiento de Jaén y es uno de los hombres fuertes del equipo de Agustín González.
Así, los retos a los que se enfrenta Auxi del Olmo, al margen de configurar las responsabilidades de cada uno de los ediles, se centran principalmente en el empleo y en la despoblación, de la que se ha hablado poco -o nada- durante la campaña, pero que representa uno de los mayores desafíos para el futuro inmediato. Solo un dato: de 2008 hasta nuestras fechas, la ciudad ha perdido casi 6.000 habitantes y posiblemente en el próximo padrón vuelva a haber un caída de población.
A pesar de la crueldad de los datos, uno de los asuntos estrella de los últimos meses ha sido el fútbol. En concreto, el inicio de las obras del Estadio Municipal de Linarejos y la subvención de medio millón de euros de dinero de los linarenses que recibirá el club en este mandato (2023-2027).
Pero más allá de la pelota existe vida, y la nueva regidora deberá acometer la puesta en marcha del Plan de Reacción Inmediata aprobado por la Junta para reactivar el Parque Empresarial Santana. En esta línea, en su agenda aparece, como prioridad, la búsqueda de inversores, toda vez que los conseguidos por el todavía alcalde, Javier Perales, son «humo», según el discurso mantenido por la formación conservadora.
El PP plantea la creación de empleo desde el impulso a la empresa, al comercio y la atracción de inversiones de capital privado y público del resto de administraciones. También ha prometido una rebaja fiscal e incentivos para diferentes sectores productivos.
Del mismo modo, deberá asumir las obras del colector del Arroyo Periquito Melchor que comienzan esta semana, enmarcadas en la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi), tan manoseadas por unos y por otros que apenas ha experimentado avances, aunque tenga fecha de caducidad.
La Zona de Bajas Emisiones es otros de los grandes proyectos en materia medioambiental junto con la renovación de la flota de autobuses urbanos. A este respecto, queda por saber cuál es su determinación en relación con el nuevo Plan de Ordenación Urbana (PGOU), otro de los temas que siempre quedan aparcados a pesar de su enorme trascendencia.
La limpieza viaria, la conservación de los barrios, el diseño de más espacios verdes y la transparencia municipal son también ejes a los que deberá dedicar tiempo. Por lo tanto, cuatro años y muchos deberes por hacer -sin olvidar la ejecución de las propuestas de su programa electoral.