La creatividad se expande en espacios muy diferentes de la ciudad. De los escenarios del Teatro Cervantes o el Auditorio del Pósito al flamante Silo del Cereal, renovado por completo para ofrecer a la juventud linarense un lugar de encuentro para desplegar su vena artística.
El viejo almacén de grano se ha convertido en un elegante lugar, en el que reina el color y la luz, gracias a la intervención de una de las mentes más imaginativas del municipio, Murfin. Se puede decir, sin miedo a equivocarse, que el Silo del Cereal es un centro cultural en toda regla. Una utopía hecha realidad después de años de abandono.
Comenzó su transformación el Gobierno de Juan Fernández, luego, tras un largo periodo de oscuridad y abandonó, retomó la idea la coalición del PSOE e IU y el actual equipo de Auxi del Olmo ha rematado la faena de transformar el universo que encierra el Silo del Cereal.
La alcaldesa, junto con el concejal de Juventud, Martín de la Torre, y Murfin, ha visitado las renovadas instalaciones que asombran desde la distancia.
El objetivo del Ayuntamiento es «convertirlo en un punto de encuentro de artes escénicas, especialmente destinado para los jóvenes». Los pasos están dados y ahora solo queda llenarlo de contenido y abrirlo de par en par al público.