Cambio, inversión e impulso pueden parecer tres palabras al azar, pero son las que suelen elegir los gobernantes para presentar un proyecto de presupuestos a la ciudadanía. Son, como quien dice, potenciadores básicos de cualquier discurso, sacados directamente del supuesto manual del buen alcalde.
Habitualmente vienen acompañadas de infinidad de datos y cifras mareantes con el único propósito de generar un marco mental propicio a su aprobación, con el que se pretende, además, obviar las vergüenzas, los olvidos y a los olvidados.
El último pleno del año ha puesto en evidencia lo que en Linares hace tiempo que es un secreto a voces: los partidos ya piensan en términos de campaña electoral y se esperan cinco meses de intensa pugna política para imponerse en las urnas.
La primera muestra de la dura batalla que se avecina fue el debate sobre los presupuestos del Ayuntamiento de Linares para 2023. El equipo de Gobierno (PSOE e IU) logró sacar adelante este proyecto con el respaldo de Cilu, pero con el resto de la oposición (PP, Ciudadanos y Linares Primero) en contra en un pleno bronco, convertido más en un espectáculo de egos y de ajuste de cuentas que de soluciones reales para una ciudad que agoniza.
Los presupuestos ascienden a 67,4 millones de euros, de los que 17 serán destinados a inversiones para rescatar intervenciones estancadas como el Mercado de Santiago o la regeneración del Arroyo Periquito Melchor, entre una larga lista. También aporta un incremento en capítulos tan sensibles en los tiempos que corren como los Servicios Sociales o la mejora de las infraestructuras.
Para el concejal de Hacienda, Javier Palacios, son unos presupuestos que cumplen las reglas fiscales en materia de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiara, lo que, a su juicio, permitirá acometer todos y cada uno de los proyectos previstos a lo largo del próximo año.
En su intervención, Palacios trató de defender el gran «esfuerzo» del Ejecutivo para elaborar unas cuentas equilibradas que demuestran, en su opinión, que se puede «gobernar y gestionar de manera responsable atendiendo, al mismo tiempo, las necesidades de los ciudadanos»:
Sus palabras conciliadoras, sin embargo, no consiguieron convencer a la oposición, que una y otra vez le acusó de no tener verdadera voluntad negociadora hasta tal punto de calificar el pleno de «paripé», puesto que se ha impuesto el «rodillo» que le da la mayoría con Cilu para tirar a la papelera sus enmiendas.
Y ciertamente resulta cuanto menos curioso que ninguna de las iniciativas presentadas por PP, Ciudadanos y Linares Primero, algunas de ellas de calado, fueran tenidas en cuenta por la coalición de izquierdas y Cilu.
Según esta última formación, son unas cuentas «arriesgadas», de «doble o nada», pero «si sale bien serán muy buenas para Linares», comentó su portavoz, Javier Bris, centro de la diana de las críticas de la bancada conservadora.
El jefe de la oposición, el popular Enrique Mendoza, los ve como «una inocentada, y una broma de mal gusto para la ciudad», máxime cuando fueron aprobados el 28 de diciembre. Es más, lamentó que se eliminaran partidas muy importantes para el desarrollo del municipio.
La portavoz de Linares Primero, Juana Cruz, muy dura durante toda la sesión, lamentó su «improvisación» y la ausencia de un plan local de empleo, una de las propuestas en las que PSOE e IU se amparaban para justificar la moción de censura.
Ciudadanos no se quedó corto en su turno de palabra y cuestionó con vehemencia las últimas cuentas del mandato, sobre todo después de que cayeran en saco roto cada una de las enmiendas que registró su partido, entre las que se encontraba, por ejemplo, un plan de rehabilitación de viviendas. «Estamos muy defraudados. No me puedo creer que ni una sola de nuestras enmiendas haya merecido su interés. Nos estamos riendo de los linarenses», denunció Antonio Barrios, portavoz de la formación naranja.
El alcalde, Javier Perales, ha puesto de relieve que, pese a las críticas formuladas por la oposición, son unos «buenos presupuestos para Linares»; los mejores, a su juicio, de los últimos quince años. Por último, dijo que el proyecto de cuentas públicas del Ayuntamiento corregirá el déficit de personal, atenderá las demandas de los barrios, pondrá énfasis en el empleo y desarrollará iniciativas que, aunque no estén reflejadas en el documento, se llevarán a cabo.
La sesión ha comenzado, por otro lado, con dudas de la oposición por el informe del secretario municipal en el que advertía que «no había tenido tiempo suficiente para estudiar el proyecto de cuentas» y que existen «cierta anomalías de índole documental, jurídico y legal». PP, Ciudadanos y Linares Primeros solicitaron sin éxito alguno que se dejara encima de la mesa ante la advertencia del secretario.