Por ocho votos a favor y uno en contra, el jurado lo ha declarado culpable de asesinato. Una vez pronunciado el veredicto, la Fiscalía ha pedido que se le imponga al acusado una pena de 17 años y seis meses de cárcel, mientras que la acusación particular ha elevado su petición a 20 años de prisión. Por su parte, la defensa se ha limitado a mostrar su disconformidad con el veredicto y a anunciar su recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
Ahora será la magistrada presidenta del tribunal la encargada de emitir la sentencia de este caso en el que el acusado reconoció ante el jurado que se peleó con la víctima, pero que cuando se vieron sangrando, ambos pararon y él lo dejó con vida en el descampado donde se había enfrentado. «Me peleé sin palo. Los dos nos asustamos y paramos», dijo el acusado.
Señaló que acudió en busca de la víctima «irritado» porque a pesar de ser «amigos» le había robado 300 euros de su casa, donde se lo llevó para evitar que durmiera en la calle tras una pelea con su mujer. Manifestó que se conocían porque ambos eran toxicómanos y coincidían en los fumaderos donde consumían. Asimismo, admitió que la pata de la mesa que apareció con rastros de sangre de la víctima lo cogió para «asustarlo», pero que lo dejó en el suelo y que se agarraron a golpes.
«Yo no le golpeé en ningún momento con el palo, yo no lo quería matar», dijo el acusado en su declaración. La víctima, tras la paliza, fue capaz de recorrer 3,7 kilómetros a pie para llegar a su casa donde su familia pidió asistencia sanitaria.
No obstante el personal médico que se presentó en el domicilio no requirió en un primer momento su traslado, hasta que finalmente, con el bazo roto y cinco costillas fracturadas, una de ellas le perforó el pulmón, fue ingresado de urgencia en la UCI donde fallecería cuatro días después.
Los hechos, según ha venido manteniendo el Ministerio Público tuvieron lugar el 4 de agosto de 2021 cuando el acusado se personó en la caravana abandonada donde se encontraba viviendo la víctima para reclamarle 300 euros, cantidad, que según el acusado le debía porque le había quitado el dinero de su propia casa.
Según el relato de Fiscalía arrancó la pata de una mesa que se encontraba en el exterior y «le asestó un golpe sorpresivo que le hizo caer desplomado en el suelo». El acusado aprovechó esta circunstancia y «comenzó a golpearlo reiteradamente con tanta virulencia hasta que le faltaron las fuerzas al propio agresor, golpeando con la pata de madera, con los puños y dando patadas», todo ello sin que la víctima «pudiera defenderse».
El acusado llegó incluso a abandonar el lugar, pero «volvió inmediatamente y propinó varios golpes a la víctima que yacía en el suelo». La víctima acabó ingresando en el Hospital San Agustín de Linares, pero falleció cuatro días más tarde.
Según la autopsia, los golpes le ocasionaron una lesión en región torácica postero-lateral izquierda, con intenso infiltrado hemorrágico en planos profundos, varias fracturas costales que laceraron el pulmón izquierdo y provocaron rotura esplénica, lo cual determinó una gran pérdida de sangre. La lesión del pulmón le ocasionó una neumonía y posterior shock séptico.