La Policía Nacional ha llevado a cabo una operación contra el cultivo de cannabis sativa (marihuana) en la localidad de Mengíbar, con el resultado de la incautación de 427 plantas y todo el material utilizado para su cultivo, como iluminación, climatización y fertilización, así como una pistola.
Fruto de esta intervención fueron detenidos un hombre y una mujer, de 29 y 27 años, respectivamente, a los que se les acusa de gestionar la plantación y de defraudar 49.000 euros a la compañía eléctrica por enganches ilegales para abastecer de energía el invernadero ‘indoor’ ubicado un una vivienda de dos plantas.
Después de varias semanas de investigación en los alrededores del citado inmueble, los agentes del Grupo de Estupefacientes confirmaron, a través de distintas informaciones anónimas, que el domicilio era utilizado como plantación de marihuana y constatando la existencia de una acometida ilegal en la vivienda, consistente en una conexión directa a la red de distribución eléctrica, con el «consabido peligro que ello conlleva debido al alto riesgo de provocar un incendio», informa en una nota.
La vivienda estaba distribuida en dos plantas. La puerta de acceso de la planta baja se encontraba taponada con ladrillo con el fin de evitar salidas de olores así como bloquear su entrada. Una segunda puerta adyacente a la bloqueada daba acceso a la planta superior, lugar donde residían los arrestados con sus tres hijas menores.
Desde esa planta, mediante una escalera interior, accedían a la planta baja, lugar donde los investigadores encontraron la plantación de marihuana. Dicha plantación contaba con una estructura eléctrica que estaba enganchada ilegalmente a la red, con el consiguiente peligro de electrocución e incendio que esto representaba para los arrestados, sus hijas y vecinos colindantes.
Coordinados con la autoridad judicial, agentes del Grupo de Estupefacientes junto a Seguridad Ciudadana y Científica, realizaron el registro de la vivienda, interviniéndose 427 plantas de marihuana, 40 lampadarios, 13 ventiladores, abono y enseres de riego y cultivo, tres aparatos de aire acondicionado y una pistola. Todos los elementos eléctricos permanecían conectados a la red eléctrica las 24 horas del día, defraudando a la compañía eléctrica más de 49.000 euros.