La durísima derrota encajada por el Linares en la última jugada frente al Algeciras en el Nuevo Mirador, por un nuevo fallo de desconexión, no ha tenido consecuencias dramáticas en la clasificación, gracias al triunfo del Alcoyano en Mérida (1-3), por lo que la distancia con la salvación se mantiene a un punto. También ha ayudado el revés recibido por el Atlético Sanluqueño en el Alfonso Murube (3-0) y la derrota del Real Madrid Castilla en el derbi ante el Atlético de Madrid B (2-0).
La única mala noticia que nos deja la vigésimo octava jornada de Liga, además de lo sucedido en Algeciras, es la victoria del San Fernando a domicilio en Estadio Baleares, que ha ocasionado que el conjunto de David Campaña pierda una posición en la tabla.
Pero más allá de los resultados y cualquier pronóstico, lo que queda claro es que la permanencia pasa de manera inexorable por ganar, como mínimo cinco partidos, para alcanzar los ansiados 45 puntos. En las diez últimas fechas, el cuadro minero tiene cinco compromisos en casa (Melilla, Antequera, Castellón, Atlético de Madrid B y Alcoyano).
Fuera de casa le esperan el Málaga, el Ceuta, el Recreativo de Huelva, el Atlético Baleares y, un curso más, el San Fernando, donde el Linares podría jugarse la continuidad en la categoría a cara de perro, como sucedió hace siete años, con un triste recuerdo para la hinchada azulilla, por aquel 4-1 que condenó al equipo a la eliminatoria por el descenso contra el Burgos CF que acabó perdiendo.
Sea como fuere, quedan diez finales. No hay más. La plantilla y el cuerpo técnico deben mentalizarse de que la situación es complicada y que errores como los cometidos en el Nuevo Mirador pueden costar muy caro. Ese punto cedido ante el combinado de Lolo Escobar puede ser determinante al final de la Liga.