El Gobierno de Estados Unidos evalúa todos los años el respeto que los demás estados del mundo tienen por los derechos humanos. No lo hace por gusto, ya que el documento no le provoca otra cosa que enfrentamientos, sino porque está obligado a ello por ley desde los años 60.
El informe sobre 2021 pone el foco en Linares y, en concreto, en los hechos ocurridos el 12 y 13 de febrero. En esos dos días la ciudad abrió los informativos y fue portada de los principales medios del país por los disturbios ocurridos tras agresión, un día antes, de dos policías nacionales fuera de servicio a un hombre y su hija de 14 años en la terraza de una cafetería de la calle Espronceda.
El documento, consultado por El Nuevo Observador, advierte de «los múltiples informes de uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del orden público en respuesta a las protestas». En este punto, el organismo dirigido por el secretario de Estado, Antony Blinken, realiza un repaso por lo sucedido tanto antes como después de detención de los dos agentes.
Así, en el informe hecho público este martes, Washington reprocha la negativa del juez a «investigar una denuncia presentada por un grupo de organizaciones no gubernamentales (ONG) contra la Policía por el uso desproporcionado de la fuerza durante una protesta contra la brutalidad policial después de que un agente disparara perdigones contra la multitud, lo que provocó lesiones de dos manifestantes», refleja en el departamento de Estado en su resolución, que acto seguido reconoce que la propia Policía admitió que había cometido un “error lamentable”.
Centrándose en los hechos del 12 de febrero, Estados Unidos recuerda el vídeo en el que se ve a los dos policías agrediendo físicamente a un hombre y a su hija, menor de edad, y la decisión del juez de eliminar «la crueldad como factor agravante» en el caso de los dos funcionarios. Asimismo, añade: «El tribunal dictaminó que el hombre era responsable de instigar el altercado».
El informe también refiere a otros casos de abuso policial en la represión de protestas, recogiendo las denuncias de partidos y ONG. En este sentido, cita los ejemplos de las manifestaciones tras la detención y la condena del rapero Pablo Hasél por enaltecimiento del terrorismo, en el transcurso de una de las cuales una mujer perdió un ojo por el impacto de una bala de foam.
Puede consultar el informe del Departamento de Estado de EE UU referente a España en el siguiente enlace: https://www.state.gov/reports/2021-country-reports-on-human-rights-practices/spain
