El área de Deportes del Ayuntamiento de Linares destinará a centros educativos, entidades públicas e instalaciones de la ciudad el antiguo césped artificial del Parque Municipal de San José, para su aprovechamiento con fines ornamentales, tras la reciente sustitución llevada a cabo en dicha superficie.
El concejal del ramo, Martín de la Torre, ha explicado que “con ello se la dará una segunda vida al césped, aunque no con fines competitivos, sino que servirá para embellecer o adecuar diferentes zonas en lugares como colegios o el Campo de Tiro de San Miguel”.
“Se recibieron varias peticiones y se va a ceder el césped sobrante, que en total asciende a unos 6.000 metros cuadrados, para un nuevo uso», señala el responsable municipal para añadir a continuación: «El césped está preparado en tiras que oscilan entre 20 y 40 metros de largo por dos metros de ancho, por lo que ofrece bastantes posibilidades para ser aprovechado por los centros que lo necesiten y lo soliciten. Próximamente, se realizarán las entregas previstas”, ha señalado el edil.
Esta noticia me ha llegado al alma. Es una forma de escenificar con que poquito ya nos conformamos los linarenses. Falta por adornarla que los restos del cesped artificial fueran procedentes de la capital.
Hace días oí en la radio autonómica una noticia que despertó una idea en mi cabeza. Y no, no era esa de a ver cuanto queríamos que durara la Feria de Sevilla, como si este tema fuera crucial para todos los andaluces. La noticia versaba acerca de un puente que se iba a construir en Sevilla para una nueva circunvalación de esta ciudad. Al parecer se había modificado la idea inicial de realizar un túnel, para sortear alguna complicación de la ortografía, para sustituirlo ahora por un puente. La variación implicaba descartar el uso de una maquina para tunelar, que ya se había comprado hace años y había que desechar, así como los trabajos previos ya realizados. Todo ello elevaba el montante ya gastado y sin utilidad alguna, a unos cuantos millones de euros, unos cuantos, que superaban los 100.
Ello me recordó otra obra cercana a nuestra ciudad, la del tranvía de nuestra admirada, idolatrada y querida capital administrativa de Jaén. Un tranvía que se construyó en la ciudad con mayor deuda porcentual por habitante de toda España, sin ni siquiera estudio de viabilidad, y que tras realizarse dicho estudio, arrojaba unas cifras a perdidas, que se acercaban a 9 millones de euros al año, al margen del gasto inicial de construcción que se elevó a una cifra cercada a los 40 millones, todo ello evidentemente, cifras que habrían sido calculadas a la baja.
También hace un par de días se divulgó a través de varios medios informativos que Renfe destinaría una nueva linea, un nuevo tren, un ALVIA para el Almería-Granada-Madrid desde noviembre, por supuesto a través de la amada Antequera del Gobierno andaluz (Antequera, recordemos única ciudad de España con dos estaciones del Ave, creo que única junto a Barcelona), y dibujando en su senda sobre el mapa de España, una rara forma en L, que provocaría perplejidad hasta en los menores de 5 años menos avispados.
Me entro la melancolía de hace 20 años y me pregunté que habría sido de aquel puerto seco de Linares-Baeza, y los centros de Bailén y Andujar, que podrían haber generado más de 5000 empleos. Y también me pregunté, porque se está rumoreando la construcción de una infraestructura similar a estas en el parque empresarial nuevo Jaén, que haría ya innecesarias a las anteriores.
Más de sorprendió la designación de Jaén como ciudad que albergará al centro de experimentación del ejercito de tierra (CETEDEX), con expropiaciones de terreno, algunas realizadas ya y otras en curso, sobretodo porque el Ministerio de defensa ya tenía terrenos de su propiedad en Linares en el antiguo acuartelamiento deVadollano, y además un campus científico tecnológico del que la ciudad puede sentirse bien orgullosa.
También me surgió la estupefacción, cuando oí la noticia de que gracias a la negociación del gobierno catalán y español, una nueva fabrica de coches chinos se instalará en la zona Franca de Barcelona, generando unos 1200 empleos, como si allí hiciera falta más empleo, en lugar de montarla donde no hay nada, como en nuestra ciudad, solventando de una vez por todas el problema del paro en esta comarca.
Y todo ello me llevó a bucear dentro mi persona, y a volver a preguntarme porque con el dinero de mis impuestos, entre ellos el IVA, o el querido IRPF que me resta una buena parte del sueldo todos los meses, se desvía una cantidad tan elevada para construir caprichos, antojos, fantasías, obras innecesarias, excentricidades o como el caso del túnel que al final no fué de Sevilla, simplemente en tirarlo a la basura.
Es verdad que el sistema impositivo español es progresivo (paga más quien más gana), pero debería también serlo en función de los servicios disfrutados finalmente por el ciudadano en la localidad en la que tributa. Desconozco la razón por el cual los gobiernos orientan el desarrollo regional, favoreciendo la implantación de empresas y con ello la llegada de empleo en unas zonas y contemplando como otras se despueblan a marchas forzadas sin mover un dedo, como ocurre con la nuestra, dado que la prosperidad laboral es nula.
Entonces fue cuando me dije a mi mismo, si yo pago impuestos como un sevillano e incluso como un ciudadano empadronado en la localidad de Jaén, porqué percibo de forma más ingrata la sensación de disfrutar cada vez de menos servicios en relación a lo que pago en impuestos.
Les pongo un ejemplo: si un Linarense quiere estudiar una carrera, la mayoría, ya que nos dejaron casi nada, apenas las instalaciones desaprovechadas y la mayoría sin uso.., tiene que irse fuera, como muy cerca a Jaén. Si quiere coger un tren, tiene que irse fuera, y si quiere que lo vea un especialista, o que lo operen ya casi de cualquier cosa tiene que irse a Jaén, o a la sanidad privada si no quiere morirse antes de que lo operen.
Y no no hablo de crear un Hospital o una universidad en cada municipio, pero si hablo de dotar las infraestructuras que ya existen y no de centralizarlo todo.
Todo ello tendría todo el sentido del mundo, una vez aceptado ya por todos, el hecho de que un ciudadano de pueblo (y bien que nos están inculcando que los de Linares somo de pueblo…), vale mucho menos como ciudadano y persona, que uno de capital, por pequeña que sea esta capital. Y tendría mucho sentido si un ciudadano de Ibros pagara por decir algo 500 euros al año de impuestos, mientras que un ciudadano de la privilegiada capital de Jaén pagara 3000, y un todopoderoso ciudadano sevillano por poner otro ejemplo, pagara 5000, dado que disfruta de muchos más servicios e infraestructuras, pagadas en buena parte por mi, pero que no voy a disfrutar nunca o jamás nunca.
Pagando los mismos impuestos, lo de un ciudadano de pueblo, se convierte en un ejercicio de generosidad y altruismo digno de elogio, que yo personalmente no entiendo, ni comparto, dado que implica considerar a un Ibreño o a un Linarense como tonto de doctorado ( y no de los doctorados que tienen los políticos).
Fue entonces cuando le vi lógica a que esos municipios que no son capital de provincia cada vez mermen en población, perdiendo servicios y aislándose en todos los sentidos, dado que el ciudadano busca primero empleo, ganar dinero y luego que su dinero tenga reflejo real, y disfrutar de servicios que jamás vamos a disfrutar en municipios que no son capital de provincia.
Una vergüenza,repartir una cosa que está echa polvo….lo regala lo que quede pk se habrá perdido la mitad pk le cuesta más gestionarlo al vertedero….que darle migajas a las escuelas…como lo vea en el cole de mi hijo ,lo denunciaré a la dirección.