El edificio del número 37 de la calle Bailén está protegido por unas improvisadas vallas desde el pasado mes de mayo, cuando los Bomberos recibieron un aviso por el desprendimiento de cascotes a la vía pública. Los agentes eliminaron los elementos visibles con riesgo de caída de la fachada, aseguraron el perímetro y se marcharon.
Seis meses después, el Ayuntamiento ha decidido meterle mano para frenar su degradación y posible derrumbe. Así, ejecutará de manera subsidiaria la demolición de la cubierta y terraza ubicada en el lateral izquierdo del inmueble después de constatar que los problemas de filtraciones que sufre han ocasionado la corrosión de las armaduras de las vigas, provocando daños en el muro de fachada.
El proyecto de derribo y limpieza general del edificio, que asciende 12.239,15 euros, a cargo de la propiedad, se realizará conforme a las prescripciones señaladas en el informe técnico elaborado por servicios técnicos municipales y después de que el titular del inmueble haya hecho caso omiso a la orden de ejecución emitida por el propio Consistorio.
La intervención, que durará un mes, la colocación de una cubierta de chapa provisional u otra solución técnica, el chequeo y revisión de los revestimientos y de los muros de carga y la limpieza general de la zona afectada, así como el sellado de huecos para evitar acceso de aves, roedores u otros animales.
Así abandonamos todos los inmuebles,requerimiento judicial al dueño que encima es un banco y que lo haga el si o si