“La mejor enseñanza es la que se hace a través de los hechos y uno de los valores más importantes que podemos transmitir es la solidaridad”. Estas palabras son del fundador de la asociación solidaria ‘Pintando Cimas’, un proyecto que nació del blog personal de un linarense de padres alcalaínos (‘Búscame en la cima’) y en el que aúna dos pasiones: el deporte y la enseñanza. Su nombre es Carlos Chamorro García, es maestro en la SAFA de Baena, en Córdoba y es también corredor por montaña.
Su causa es llevar material escolar y ayudar en todo lo posible a niños desfavorecidos que habitan lugares poco accesibles en cualquier rincón del mundo. En esta ocasión, su destino ha sido Gambia, donde ha regresado acompañado de su compañero de proyecto y amigo, Aitor Acordagoitia, para adentrarse, junto con su guía Abdul, en la zona de Andalai.
Allí se quedaron sorprendidos de la pobreza del lugar y comprobaron que su ayuda iba a ser de gran utilidad hasta tal punto de comprar productos de primera necesidad. En Brikama, donde se encontraba el mercado central, pudieron adquirir el material escolar para lo que fue fundamental el papel de Abdul, que aún siendo ciego, les ayudó en todas las gestiones en colaboración con su sobrino.
Posteriormente, visitaron la escuela de Sare Bigi, de Rober y Eva (Fundación ITT), una pareja de españoles está realizando una labor extraordinaria, que ‘Pintando Cimas’ complementará, «ayudando económicamente a dotar con una beca a algunos de sus alumnos que no tienen ningún tipo de recurso y poder así facilitarles la continuidad de su vida académica», explica Chamorro en una nota.
Luego estuvieron en el colegio Bintang Primary School para repartir a más de 500 niños y niñas lotes de material escolar: lápices, libretas, borradores, sacapuntas, reglas, borradores para pizarra, etc… «Los alumnos y sus profesores quedaron muy agradecidos y muy felices con la visita del proyecto», destaca el maestro linarense.
A lo largo de ese día, supieron, a través de Abdul, que en la Sibanor Nursery School faltaba comida. «La mayoría de los niños en Gambia -recuerda- asisten a la escuela principalmente por la razón de poder comer al menos una vez al día». Por eso tomaron la decisión de comprar arroz, aceite y pasta para este centro.
Durante su estancia en el país africano, también conocieron a Xavi, de la Asociación Cultivant Vidas, quien hace un trabajo encomiable, realizando pozos para cultivar la tierra. Para la escuela de Basang, le entregaron material escolar para otros 500 alumnos, dinero para adquirir pintura para el colegio y le hicieron entrega de productos de pizarra que habían traído desde España.
Tanto Carlos Chamorro como Aitor Acordagoitia regresaron a casa con «una mezcla emociones muy intensas, dadas las circunstancias que se viven en Gambia». De ahí, que nada más llegar se pusieran manos a la obra para comprar una silla de ruedas para un niño de 5 años que no puede ir al colegio por una discapacidad motórica de nacimiento. Será mandada en las próximas semanas.
‘Pintando Cimas’ han llevado a cabo misiones humanitarias en Marruecos, Nepal y Ecuador, a las que se ha sumado ahora Gambia. El proyecto «huye de patrocinadores y colaboraciones de entidades o marcas comerciales, para dar paso a personas, gente que quiere apoyarlo sin perseguir un reconocimiento en primera persona ni una repercusión mediática posterior». Por tal motivo, su valor es doble.