El Linares, envuelto en un mar de dudas, visita esta tarde (18.00 horas) a uno de los rivales más en forma del Grupo II de Primera Federación, el Antequera, con la obligación de lograr un resultado positivo para no agravar más su crisis de resultados que le han llevado a los puestos de descenso.
El equipo comienza a pagar con creces su falta de experiencia y de efectividad en una categoría que se decide por pequeños detalles y penaliza los errores con derrotas. Pese a la mala racha, el puesto de Óscar Fernández no corre peligro, básicamente porque el club no puede hacer frente a su despido y porque el presidente, Jesús Medina, sigue confiando en el entrenador valenciano.
Fue una de sus apuestas de este verano, después de que intentarlo con anterioridad con otros técnicos que rechazaron la propuesta azulilla. Pero lo cierto es que un nuevo tropiezo dejarían a Óscar Fernández en una situación muy complicada con vistas al futuro.
Para colmo, no hay semana en la que el preparador azulillo no se vea aquejado por las lesiones de hombres importantes en la plantilla, por lo que el once que salte este domingo a El Maulí es toda una incógnita.
Por su parte, el Antequera sigue en la misma línea positiva que le llevó el pasado curso a ascender tras una temporada impecable en Segunda Federación. Los de Javier Medina están en un momento dulce y, hoy por hoy, son un adversario temible.
Para este choque, además de las bajas de larga duración de Tomi Lanzini e Iván Moreno, no estará Fermín Ruiz, que todavía no ha regresado a los entrenamientos y será el segundo partido seguido que se perderá.
