El desafío de la salud medioambiental y humana en el seno de las ciudades desde hace décadas está encima de la mesa. Y su urgencia es cada vez mayor. Los árboles urbanos juegan un importante papel en la mitigación de algunos de estos impactos. Y por ello, los parámetros de arbolado y espacio verde urbano son ineludibles en la planificación urbana actual.
La OMS dice que se necesita, al menos, un árbol por cada tres habitantes para respirar un mejor aire en las ciudades y un mínimo de entre 10 y 15 metros cuadrados de zona verde por habitante. Linares cumple con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, porque su población ha bajado en más de 5.000 personas en la última década, pero el número de árboles solo ha crecido mínimamente en este tiempo.
Así, en la actualidad el pulmón verde del municipio está compuesto por 21.000 ejemplares, frente a los 20.898 que había a finales de 2014, según los datos oficiales recabados por este periódico. Es decir, en todos estos años ni se han plantado más árboles ni se han creado nuevos espacios verdes, manteniéndose en los poco más de 560.000 metros cuadrados.
Hace diez años, Linares, con una población superior a los 60.000 empadronados, se encontraba entre las 10 primeras ciudades del país, entre los 50.000 y 100.000 habitantes, que contabilizaban más espacios verdes, gracias también a la apertura del Parque de Cantarranas.
Más de 110 especies diferentes conviven en la ciudad, en la que predominan las palmeras canaria, datilera y washintonia, y otros autóctonos, como encinas, robles, alcornoques, madroños, naranjos, olmos. La última base de datos elaborada por el Ayuntamiento data, precisamente, de hace más una década, en cuyas fichas se encuentra reflejado todo lo necesario para hacer un seguimiento particular de cada uno de ellos: especie, edad, lugar, cuidados, fecha de plantación.