José Rafael Talavera González era un joven de lo más corriente. Su afición por el deporte no pasaba de alguna que otra pachanga con los amigos del pueblo. No le iba mucho lo de la actividad física hasta que se mudó a Escocia para perfeccionar su inglés. Había estudiado Logopedia y pensó que nada mejor que marcharse a las islas para dominar el idioma.
Allí, comenzó a correr. Primero sin más pretensión que mantenerse en forma. Luego le fue gustando tanto que fue alargando los recorridos. De 10 a 20 kilómetros, de 20 a 50 y así sucesivamente. Llegó un momento en que los entrenamientos se prologaban tanto que le daban las tantas.
Este sabioteño de 31 años había escuchado hablar de la West Highland Way Race, una de las carreras de ultra fondo más exigentes y espectaculares de Europa que se disputa, precisamente, en Escocia. La tiene entre ceja y ceja y está dispuesto a hacer lo que sea por estar en la selecta lista de inscritos.
José Rafael Talavera lleva tiempo preparándose, pero el próximo 4 de febrero se desafiará a sí mismo: correrá 160 kilómetros desde su pueblo natal al santuario de la Virgen de la Cabeza, en Andújar. Lo hará siguiendo la senda de las diferentes ermitas que jalonan el camino, entre las que se encuentra la de Santa Rita, de la que su abuelo era devoto, o la de la Virgen de la Estrella, en Navas de San Juan.
La prueba seguirá por los embalses de Guadalén y La Fernandina, para continuar por La Carolina, Jaima Park (Guaromán), la presa del Rumblar, cruce con JM-5003, Peregrino, Jabalí y llegada al santuario de la Virgen de la Cabeza. Saldrá a las doce de la noche y tiene previsto acabar entre las seis y las ocho de la tarde del día siguiente.
En esta «locura» le acompaña su cuñado Melchor Roa que, junto con Javier Cañadas, ha preparado todo para que Juan Rafael cumpla su sueño. Una aventura que, por el momento, solo tiene un participante, pero no descartan de abrirla al público, puesto que el recorrido no puede ser más atractivo.
