El Consejo de Ministros ha aprobado la adquisición de vehículos militares tácticos todoterreno (VMTT) para el Ejército de Tierra por un valor estimado de 315,7 millones de euros. De este modo, el Ministerio de Defensa oficializa el reemplazo del Santana Aníbal después de dos décadas al ‘servicio de la patria’.
El todoterreno fabricado en la factoría linarense dejarán de circular el 12 de octubre o el Día de las Fuerzas Armadas. Su último desfile oficial fue por las calles de Granada el 3 de junio. Muy pronto pasará a formar parte de museos o a la sumo contingentes de Grupo de Apoyo a la Proyección (Grapo), como los enviados al conflicto de Ucrania. Sus sustitutos serán vehículos comerciales adaptados a las necesidades militares, según recoge el pliego de condiciones publicado al término del Consejo de Ministros.
El Ejército adquirió unas 2.000 unidades del Aníbal Santana fabricadas en las instalaciones de la extinta compañía linarense, entre 2003 y 2011. El vehículo batió en la licitación al de Urovesa.
Cuando en 2005, se creó la Unidad Militar de Emergencias se la dotó con más de dos centenares de Aníbal Santana. Sin embargo, los informes técnicos fueron revelando una serie de deficiencias en las entregas, desde fallos en los travesaños a ganchos desviados que ponían en peligro la seguridad de los ocupantes.
El Santana Aníbal se presentó en 2002. Era uno de los últimos esfuerzos de la Junta de Andalucía por reflotar una empresa en caída libre. La idea es que absorbiera la demanda de todoterrenos rurales del Land Rover hechos en Linares, además de colocarlo en concursos públicos. Nada salió como se esperaba.
En 2010, Santana fabricó 800 coches de todos sus modelos, cuando en el año 2000 había producido 42.000 unidades. Finalmente, el 16 de febrero de 2011, una votación realizada por los trabajadores de la empresa decidió la disolución de la compañía con un 83% de votos a favor. El final de Santana Motor fue tan triste como discreto.
Entre todos la mataron y ella sola se murió…..buen trabajo sindicalistas….dejar morir un pueblo por salvar el culo de unos pocos..