No es habitual encontrar en el panorama actual a políticos que naden a contracorriente, de ánimo dialogante con los que difiere en el pensamiento y valiente a la hora de manifestar sus ideas. Esa manera de actuar suele traer consecuencias en escenarios con parámetros más adocenados y menos combativos.
El concejal de Emergencias, Medio Ambiente y Urbanismo, Daniel Moreno Rodríguez, es una ‘rara avis’ dentro del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Linares, donde comparte bancada con sus compañeros del Partido Popular y sus socios de Ciudadanos.
Difícil de ‘domar’, su espontaneidad y naturalidad no sientan demasiado bien entre algunos de los suyos ni tampoco en las altas esferas de la Administración municipal. «Me mantengo al margen de los éxitos, pero también de los fracasos. O sea, indemne», reflexiona para este periódico.
Hace una semanas, en una decisión sin precedentes, se desmarcó de la línea oficial con un correo electrónico a los medios de comunicación locales en el que se ofrecía a informar de sus departamentos sin necesidad de superar filtro alguno.
«Todos tienen mi teléfono y mi email. Pueden contactar en cualquier momento conmigo para cuestiones relacionadas con las áreas de las que, eventualmente, soy responsable. Les ruego que así lo hagan. Si me ponen un WhatsApp, les llamo tan pronto como pueda», espetaba Daniel Moreno, aportando un matiz sobre su periodicidad en los cargos que ostenta «eventualmente».
El concejal del Partido Popular muestra un tono calmado, que acompaña exquisita educación, que no le impide, sin embargo, criticar «la política acomodada», señalando con el dedo hacia todas las direcciones. «Es un mal que no afecta solo a un partido político, sino que amenaza a toda la política, lo que es preocupante», ha criticado con razón en más de una ocasión. Es una descripción certera y que explica por qué personas como él han sido siempre observadas como una rareza.
Moreno, deportista incansable, se proyectaba como una de las grandes promesas del PP linarense. Gozaba de buena fama. O de buena imagen. La de un político relativamente joven, de maneras tolerantes, pero cuyo perfil rebelde le ha jugado más una mala pasada hasta tal punto de quedar descolgado de la carrera hacia un puesto mejor en la dirección del partido. «Sigo gozando de buena reputación en el partido, la gente me quiere. Habría que preguntar a quién no cuenta conmigo qué razones tiene», desliza.
Ingeniero técnico industrial, que ejerce como perito forense, no es la primera vez que marca distancias con su Gobierno. De tarde en tarde, Moreno ha dejado caer algunas declaraciones quejosas sobre temas que competen resolverlas a sus departamentos, lo que le ha convertido en un verso suelto, o al menos de rima asonante, dentro del Gabinete de Caro-Accino.
La situación del concejal de Emergencias no es nada fácil, pues tiene razones para sentirse incómodo, dentro de una Administración en la que cada vez se cuenta menos con él. Prueba de ello son sus reiteradas ausencias en citas donde tiene mucho que decir por su puesto, pero que asumen otros responsables municipales, aunque nadie les haya dado vela en ese entierro.
«Ojalá que quienes queremos cambiar las cosas, para que la ciudad reciba lo que se merece, ganemos la batalla a esa especie de tutelarismo que subordina a la acción política», sintetiza el exsecretario general del Partido Popular de Linares, quien encaja derrotas, opiniones contrarias y comentarios hirientes, algunos de sus propios compañeros, sin mostrar el más mínimo hastío.
Dirigente político caracterizado por su perfil moderado, dejará marcada en la formación conservadora la impronta de un PP moderno y liberal; alejado de los extremismos que en ocasiones marca su partido, lo que le ha llevado a tener desencuentros con algunos compañeros.
Para él, lo importante es consumar los objetivos de mejora de las condiciones del Parque de Bomberos y aportar su «granito de arena» para que la ciudad salga de la mejor manera posible del callejón en el que se haya.
Un buen compañero!