Sonrisas a la vista y ojos llenos de ilusión entre las miles de personas que este jueves se echaron a las calles de Linares para recibir a los Reyes Magos en la noche más mágica del año.
Pequeños y mayores, que regresaron por unas horas a su infancia contagiados por el entusiasmo de los niños, disfrutaron por primera vez en tres años de un desfile como los de antes, sin restricciones sanitarias por la pandemia del Covid.
Las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañadas de las organizadas por colectivos, asociaciones, hermandades e instituciones, como Bomberos o el Linares, entre otras, recorrieron la ciudad durante más de tres horas la ciudad en un ambiente festivo lleno de fantasía y de personajes de sobra conocidos por los reyes de la casa.
Entre gritos y aplausos, sus Majestades de Oriente no dejaron de saludar y de lanzar caramelos a la multitud congregada en el recorrido. «Vengo todos los años a la cabalgata, pero esto ha sido, por algún motivo más especial, después de la pandemia que nos impidió disfrutar de los Reyes como se merecen. La verdad es que ha sido espectacular», describe Carmen Puerta, vecina de la Plaza Colón que bajó al centro con sus nietos.
Padres e hijos se divirtieron recogiendo los caramelos que tiraban desde las carrozas los participantes. Mientras unos recogían los dulces del suelo al paso de la comitiva, otros bromeaban con la fuerza con la que algunos niños lanzaban las gominolas: «A ver si no le dan a nadie en el ojo», decía en tono jocoso Juan Molina.
Para recogerlos, muchos optaron por llevar bolsas de plástico, aunque este año, y debido a que el tiempo respetó el paso de los Reyes, faltó la clásica imagen del paraguas del revés para conseguir el botín. En cualquier caso, Linares por fin pudo disfrutar de sus Majestades y la comitiva con toda intensidad en la noche más mágica del año.
Fotos: Ayuntamiento de Linares