La sobreactuación permanente como forma de distinción, la intransigencia como prueba de radicalidad y determinación, la frivolidad de alargar una situación con una posición ganada aun a riesgo de perder lo adquirido, aparentando dureza para disimular las propias debilidades. Esta es la fórmula que distingue al infantilismo político. Y abunda más de lo que parece.
Sin ir más lejos, este fin de semana el PP, que sustenta el poder en el Ayuntamiento de Linares, y el PSOE, principal partido de la oposición, se han azuzado de lo lindo en redes sociales para apuntarse el tanto de la llegada de la empresa Escribano al Parque Empresarial Santana, en vez de celebrar la generación de tejido productivo y de empleo en una ciudad en permanente crisis económica.
Así lo entiende Izquierda Unida que en un comunicado ha afeado el comportamiento ‘infantil’ de las dos principales formaciones políticas de la Corporación, que mandan en la Junta y el Gobierno central. De hecho, sin el Cetedex (Centro Tecnológico de Desarrollo y Experimentación) del Ministerio de Defensa posiblemente la compañía de los hermanos Ángel y Javier Escribano nunca hubiera puesto un pie en la ciudad minera, y sin el suelo de Santana, tampoco.
Izquierda Unida recuerda que la situación de desindustrialización del municipio se debe, precisamente, «al abandono institucional de los distintos gobiernos nacional y autonómico, muchos los proyectos fallidos y muchos los incumplimientos desde el cierre definitivo de Santana en 2011», por lo que entiende que ni PP ni PSOE están para sacar pecho de sus gestiones.
En esta línea, critica que los dos partidos «responsables» del estado de Linares anden a la gresca en las redes sociales, «peleándose por la exclusividad, arremetiendo contra el rival y contribuyendo al aumento de la crispación política, sólo hace que crezca la misma y la desconfianza de la ciudadanía», advierte en la nota.
Considera que Linares no merece este espectáculo y apela a la unión de todos para que «la ciudad salga adelante y que el clima político se calme», concluye.
Del partido que sea se pelean de cara a la galería se echan culpa unos a otros y cuando no los vemos se juntan en comidas que pagamos nosotros y se reparten la pasta que nos roban a nosotros a ver si el pueblo espabila y actúa…pero por otro lado están los que cobran por no trabajar y miran para otro lado …se callan se conforman