Los planes de Juana Cruz de encabezar la lista de Linares Primero en las próximas elecciones municipales del 28 de mayo saltaron por los aires en el mismo momento que la mayoría de la militancia del partido decidió en asamblea confiar ese postulado al secretario general, Juan Fernández.
A partir de esa votación, la todavía concejal de Linares Primero quedó relegada a un segundo plano y lo que es peor echó por la borda su futuro político en la formación, tras negarse a ir de número dos, con la posibilidad de subir un puesto si finalmente la Junta Electoral impedía la candidatura del exalcalde, tal y como explicó este en una comparecencia pública.
Esa alternativa fue rechazada ipso facto por la edil, a la que sentó como un tiro que tanto esfuerzo y trabajo por la organización no hayan servido para ocupar un puesto que lleva esperando nada más conocerse la sentencia de Juan Fernández, quien, el pasado mes de mayo, perdió, además, su acta de concejal precisamente por estar condenado e inhabilitado para cargo público.
Para ella, «no es ético ni legal» que el exalcalde se presente, pues, a su juicio, pesa sobre él una condena que enturbiaría la campaña electoral. Entiende que se hablaría más de este asunto que del programa o proyectos que Linares Primero tiene para la ciudad.
En una rueda de prensa, Juana Cruz se mostró contrariada y reconoció que esta situación la ha dejado «vacía por dentro». «No esperaba esto», porque, según dijo, lo lógico es que Fernández «hubiera dado un paso al lado» ante este contexto.
Una vez cerrada la puerta de Linares Primero, Cruz no ha despejado las dudas sobre sus intenciones a día de hoy, pero todo apunta a que pasará a ser no adscrita, como ya le ocurriera cuando fue expulsada por Izquierda Unida junto con Sebastián Martínez y Felipe Padilla.
A falta de poco más de tres meses paras las municipales, su destino político es toda una incógnita, pues sus opciones de acomodarse en otro partido parecen más bien escasas.