Juan Francisco Garrido Romera fue el primer linarense que jugó en la ACB. El precursor de un deporte que pegó el estirón en la década de los 80 y que, pese a todo, sigue siendo un manantial de alegrías para la ciudad minera.
Su espíritu aguerrido, pero no exento de elegancia, y su nobleza y deportividad dentro y fuera de la cancha marcaron la carrera del mejor baloncestista de todos los tiempos de Linares, ciudad en la que nació y murió de manera prematura por culpa de una enfermedad hace 30 años.
Su recuerdo sigue vivo. Continúa presente en todos porque Garrido dotó al basket linarense de competitividad, de lucha, de valor, de fuerza, de carácter, de legítima agresividad y de una indiscutible personalidad, la misma que demostró desde el primer día que se enfundó la camiseta del CB Linares.
Formó parte de aquel Breogán que deslumbró en la Copa Korac de la 85/86 con esa mítica plantilla conformada por Tito Díaz, Manel Sánchez, Suso Fernández, Jimmy Wrigh, Antonio Sacedo, Toño García, Juanmi Alonso y Winfred King. Noches de gloria ante el Varese, el Asvel o el Estrella Roja.
También defendió los colores del Estudiantes, el Atlético de Madrid, el Caja San Fernando de Sevilla y el Tenerife Número 1, para, al final de su carrera, regresar al CB Linares, el club de sus amores, donde coincidió con otro grande del baloncesto de la ciudad que aún sigue dando clases magistrales en las pistas, el técnico José Miguel García.
Fue querido y admirado en todos los clubes por los que pasó y, por supuesto, en Linares, donde tiene una plaza y un torneo con su nombre. Un 20 de septiembre de 1993, cuando solo tenía 32 años, una enfermedad sesgó su vida y dejó para siempre huérfano al deporte linarense.
Poco antes de su fallecimiento un pabellón Julián Jiménez puesto en pie le dedicó la última ovación de del público de su ciudad natal. Fue en un emocionante y maravilloso homenaje con un partido entre el Estudiantes y Caja San Fernando. Rafa Vecina, Pablo Martínez, Alberto Herreros, Juan Antonio Orenga, Chinche Lafuente, Brian Jackson, Darryl Middleton o Nacho Azofra participaron en aquella despedida a toda una leyenda.
Fotos tomadas de Espíritu Cafetero