La vida se abre paso en el momento menos esperado. Es lo que sucedió la madrugada del pasado 10 de mayo cuando una mujer en avanzado estado de gestación comenzó a sentir que las contracciones eran cada vez más seguidas y que, de un instante a otro, podía dar a luz. El problema es que carecía de transporte para acudir al hospital.
Por ello, sobre las cinco y media de la mañana, telefoneó a la Policía Local solicitando asistencia médica. De inmediato, la patrulla que estaba en el turno de noche se dirigió al domicilio de la parturienta con un vehículo sin mamparas para facilitar la comunicación.
Los agentes prestaron ayuda a la joven, de 29 años de edad, nada más verla, colocándola de forma cómoda y tranquilizándola en todo momento, dado que se encontraba en un avanzado estado de dilatación y con contracciones fuertes, duraderas y seguidas sin apenas intervalos de tiempo. Por ello, decidieron trasladarla al centro hospitalario en el coche policial.
Como si de una carrera contrarreloj se tratara, los funcionarios se dirigieron sin perder un segundo al San Agustín, donde dejaron a la mujer en manos de los profesionales de Urgencias, según informa el Ayuntamiento linarense en una nota.