La preparación para la vuelta de las procesiones de Semana Santa después de dos años marcados por la pandemia del coronavirus está resultando extraña. El paréntesis obligado de 2020 y 2021 parece haber generado cierto desapego o cierta pérdida de lo que parecía una costumbre bien asentada. Lo demuestra la importante bajada de usuarios abonados a las sillas de la carrera oficial.
La presidenta de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Linares, María Providencia Hurtado, no oculta su preocupación ante la escasa demanda que está teniendo este año los tribuna. Tanto es así que teme que la institución cofrade no pueda cubrir los gastos de montaje de la instalación.
Esta realidad supone un varapalo importante para la Agrupación, tanto respecto al público que seguirá los pasos por la carrera oficial como respecto al beneficio económico que supone la instalación y gestión de sillas durante los días de Semana Santa.
Mari Provi Hurtado reconoció, a preguntas de los periodistas, que este descenso se nota, sobre todo en abonados de toda la vida que, por distintos motivos, no ha comunicado la reserva de su plaza, por lo que todo hace indicar que, durante el paso por la carrera oficial, se verán muchos asientos vacíos, algo que no se recuerda en una ciudad con tanto calado cofrade.