El histórico motor industrial de Linares vuelve a rugir con acento asiático. El Ayuntamiento y la mítica marca Santana Motors han sellado en Pekín las bases de un ambicioso acuerdo con el gigante chino BAIC (Beijing Automotive Industry Holding Co.) para que la planta linarense asuma la producción de los próximos vehículos de la firma bajo licencia del grupo coreano-chino.
La operación, fraguada en el Centro de Investigación y Desarrollo de BAIC en la capital china, supone un espaldarazo definitivo a la reindustrialización de la comarca. En el encuentro, que define la hoja de ruta para los próximos años, han participado figuras clave del sector como Zewen Liu (CEO de Coronet), Edu Blanco (CEO de Santana Motors), representantes de la tecnológica Meta GmbH y el presidente de la patronal europea de concesionarios (Aecdr), el linarense Gerardo Pérez.
Un enclave estratégico en Europa
El primer teniente de alcalde y concejal de Industria, Raúl Caro-Accino, ha encabezado la delegación institucional con un objetivo claro: vender las ventajas competitivas de Linares como «hub» logístico e industrial. «Es muy satisfactorio comprobar el deseo de BAIC de tener presencia en Andalucía y su especial predilección por Linares», ha señalado el edil, subrayando el «apoyo firme» y los incentivos que las administraciones públicas pondrán sobre la mesa para blindar el proyecto.
La hoja de ruta ya está trazada. Wu Daogang, General Manager de Coronet —empresa que llevará el peso de la producción en la Santana Factory—, presentó durante la cumbre la planificación industrial y el modelo de cooperación técnica para el ensamblaje de los nuevos modelos. Por su parte, Edu Blanco analizó el potencial de España como puerta de entrada prioritaria para la expansión de vehículos con tecnología china en el mercado europeo.
Próxima parada: San Telmo
Pese a que el acuerdo técnico ya está «sellado», el siguiente paso será político. El Consistorio linarense tiene prevista una reunión inminente con la Junta de Andalucía para coordinar el aterrizaje de la inversión y asegurar que la infraestructura de la ciudad esté a la altura del desafío que plantea BAIC.
Con este movimiento, Linares recupera el protagonismo en el mapa automovilístico internacional, reforzando el futuro de una fábrica que busca dejar atrás la nostalgia para convertirse en el eje clave de la nueva movilidad eléctrica y tecnológica en el sur de Europa.