Sebastián Castella (Béziers, Francia, 1983) sigue la estela de los toreros cuya vena artística va más allá de los ruedos. El colombiano Fernando Botero es uno de ellos. Ingresó en la Escuela de Tauromaquia de Medellín cuando era un chaval y solo la abandonó tras un percance que le mostró la verdadera cara del oficio. «Soy pintor por mi afición a los toros», ha dicho en numerosas entrevistas uno de los pintores latinoamericanos más cotizado en todo el mundo.
Más cerca a nosotros tenemos a Sebastián Palomo Linares, cuyo talento con el pincel quedó plasmado en numerosos cuadros que pasaron por su ciudad natal gracias a su amistad personal con el galerista Eduardo Palomores. Ahora, el director del Espacio de Arte Gourmet Cazorla trae hasta Linares la exposición ‘Monólogo’ del diestro francés.
La muestra se compone de 25 obras, entre esculturas y pinturas en acrílico sobre lienzo y, en su parte más original, también sobre capotes de brega, en las que Castella ha querido plasmar lo vivido a lo largo de su carrera, historias, anécdotas y también el reflejo de lo visto en otras culturas del mundo.
El torero de Béziers, que realizó estos trabajos durante la pandemia, ya ha expuestos en Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid o en la plaza de toros de Roquetas de Mar. El próximo martes, día 23 de agosto, estará en Linares para inaugurar la muestra en Gourmet Cazorla, que se podrá ver hasta el 28 de octubre. Su visita coincide con el anuncio de su vuelta a los ruedos en el mes de enero en la plaza colombiana de Manizales.
