La Junta de Andalucía ha sacado a licitación la redacción del proyecto de construcción de la conexión de la línea ferroviaria Vadollano-Linares con el Parque Empresarial Santana. Cuenta con un presupuesto de 236.485 euros, cofinanciado con el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), según publica el Gobierno autonómico. El plazo de ejecución es de 18 meses.
Tras una serie de correcciones, por fin, se da luz verde a una obra indispensable para potenciar el principal enclave industrial de la ciudad para atraer empresas. Una vez licitado, adjudicado y concluida su redacción, se procederá a la licitación y adjudicación de las obras, que contarán con una inversión estimada de alrededor de los seis millones de euros.
Tal y como informó la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, hace un año, en este montante, además de la playa de vías, se contempla un edificio de control, señalética, la entrada y salida del parque, la urbanización exterior o la adecuación de los viales afectados, además de otros elementos de seguridad para la llegada de los trenes.
La conexión con la red estatal es fundamental para dotar de funcionalidad el ramal ferroviario Vadollano-Linares, que sufrió múltiples paralizaciones desde que se iniciaron los trabajos hace más de una década y que finalizaron en una primera fase en febrero de 2019 tras una inversión de 22,6 millones de euros.
La Agencia de Obra Pública de la Junta fue la encargada de construir el ramal que acaba justo en el vallado de Adif que rodea el perímetro de la estación de ferrocarril, unas obras que arrancaron en abril de 2009 y que fueron suspendidas en varias ocasiones. La primera fue en julio de 2013. En mayo de 2016 se retomaron los trabajos, que volvieron a interrumpirse en mayo de 2017, cuando el contrato fue objeto de cambios.
Una segunda modificación define finalmente el proyecto con vía única de ancho mixto sin electrificar (con un tercer carril de ancho internacional), desde la salida del parque empresarial hasta la estación de Vadollano.
Se trata de un recorrido de 5,8 kilómetros que incluye dos pasos inferiores por los que discurre el tráfico rodado, una pasarela peatonal para dar continuidad a la vía verde y el viaducto de Valdecastro, que constituye la estructura más singular y que salva el arroyo del mismo nombre con una longitud de 460 metros.
