Como Linares, todas las ciudades mayores de 50.000 habitantes deberían tener en 2023 una Zona de Bajas Emisiones (ZBE), aunque de momento no hay una directriz o normativa de fechas clara y específica que regule la instalación de estas zonas; cada municipio pone y expone sus ideas y las aplica.
De momento, en Linares ya se han comenzado a definir las calles que se verán afectadas por esta nueva normativa medioambiental que cambiará por completo la movilidad del casco urbano, especialmente del centro.
Las ZBE son áreas en las que el acceso a determinados vehículos está restringido debido a sus emisiones, es decir, son medidas pensadas para mejorar la calidad del aire.
Se circunscriben a un área amplia dentro de la ciudad, o incluso a la ciudad entera, y permiten la entrada a los vehículos que cumplen con los mejores estándares de emisiones.
Entraron en vigor el 1 de enero de 2023, pero el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha dado un plazo de 18 meses a los municipios para que puedan poner en marcha sus áreas. Linares va más avanzado que otros muchos de su entorno, como la propia capital jiennense.
Por un lado, este miércoles se realizan actuaciones en la calle Sagasta, y mañana, 7 de septiembre, en Corredera de San Marcos y Canalejas.
Estos trabajos se engloban dentro del Proyecto Movili en Linares, que fue presentado por el Ayuntamiento de Linares en 2021 y aprobado por el Gobierno de España en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia, subvencionado con Fondos Next Generation.
El objetivo de esta iniciativa es dotar a la ciudad de soluciones que permitan reducir los niveles de contaminación ambiental y acústica, promover una movilidad sostenible y minimizar la saturación de tráfico, mejorando la planificación de la ciudad.
De este modo, se pretende pacificar el casco urbano y entorno del Centro Comercial Abierto (CCA). Todo ello de manera consensuada con los ciudadanos, comerciantes y empresarios.