El Sorteo Extraordinario de Navidad está a la vuelta de la esquina y la venta de décimos para conseguir El Gordo no para de crecer. El domingo 22 de diciembre viviremos uno de los días más especiales del año: los niños de la escuela de San Idelfonso cantarán todos los números premiados a lo largo de una mañana de sueños y nervios en todos los rincones del país.
Linares no es una excepción. Conforme pasan las horas, las colas son más largas en las administraciones de la ciudad. Nadie quiere quedarse sin décimo. «Solo juego en Navidad. Suelo comprar un boleto que comparto con mi hijo», señala Manuel, vecino de la calle Viriato, donde se encuentra ubicado el despacho de Manuela Marín Valcárcel, una de las loteras más veteranas del municipio.
Dice que las ventas van mejor que otros años. «La gente está más animada. Se le ve con ganas», comenta mientras atiende a un cliente. Ella ya sabe lo que es repartir suerte en Linares. El 30 de septiembre del pasado año dio el primer premio de la Lotería Nacional, casi dos millones de euros.
Sin embargo, reconoce que nada se asemeja a la sensación del sorteo de El Gordo. Es una tradición histórica de 212 años que no pasa de moda. «Es muy diferente. Produce una ilusión especial por todo lo que le rodea y es el que más premios reparte». Se estima que cada jiennense gastará de media 77 euros en atraer El Gordo de Navidad a su casa, similar a la media andaluza.
Manuela Marín tiene clientes que juegan el mismo número desde hace décadas y linarenses que residen fuera y reservan con antelación. En cuanto a las terminaciones el 4 gana esta edición peso frente al 7, al 5 y al 3 que suelen ser lo más solicitados en su punto de venta, donde sueñan con otorgar «el gran premio», como ocurriera en 1918 y 1961, cuando El Gordo regó de millones la ciudad minera. En 1961 fue con el número 24964, mientras que el 21 de diciembre de 1918, el agraciado fue el 05605.
Tampoco se olvidan los más viejos del lugar de los 1.200 millones de pesetas que cayeron en la administración número 1 en 1984, gracias a las 20 series del tercer premio del número 17893. De esa cantidad, 720 millones fueron repartidos por Santiago Arráez Moreno, presidente de la peña del Real Betis y antiguo minero, a quien la silicosis jubiló anticipadamente. La mayor parte del dinero fue para la barriada de Arrayanes. Desde entonces, Linares pilla pellizcos en distintos sorteos, pero nunca uno realmente importante.
Este año el Ayuntamiento y la Agrupación Arciprestal de Hermandades y Cofradías de la ciudad han adquirido 45 décimos del número 49156. Cada ciudadano, de los 56.246 habitantes censados, juega la cantidad de 0,016 euros. Si tocara un premio de distinta categoría al primero, sería entregado a las obras sociales que determinasen tanto el Consistorio como el pleno de la Agrupación de Cofradías.