Ildefonso Espinosa está a punto de cumplir 65 años. Entró a trabajar en Santana Motor de aprendiz con tan solo 15. Pertenecía a la sección de Mecanizados de la fábrica de coches hasta que se prejubiló.
Hace cuatro décadas formó parte de la columna de santaneros que marchó hacia Sevilla y Madrid para defender sus puestos de trabajo. En aquella ocasión, caminó decenas de kilómetros «por el pan de sus hijos». Esta vez lucha por frenar el deterioro de la sanidad pública andaluza. «Nada ha mejorado, todo ha ido a peor», asegura a este periódico después cerrar la segunda etapa de la marcha, entre Bailén y Mengíbar, que protagoniza la Plataforma en Defensa de las Pensiones Públicas de Linares.
Ha cambiado la chaquetilla azul por un pañuelo del mismo color que representa la dignidad de un colectivo, el de los pensionistas, que durante los largos años de crisis y de pandemia sorporta las cargas familiares de hijos y nietos arrojados del mercado laboral.
Ildefonso no está cansado. Se siente con fuerzas y ánimo para batallar lo que sea necesario por una reivindicación que considera más que justa: una sanidad pública de calidad. «Es inasumible seguir en esta situación, con unas listas de espera desesperantes para que te vea el especialista», denuncia Ildefonso.
Desde Linares partieron este miércoles quince pensionistas, a los que se han ido sumando más a lo largo del recorrido. «Ya somos 22», dice con orgullo. «El recibimiento en Mengíbar ha sido muy emotivo. La gente está cansada de precariedad. Si nos roban roban la sanidad, nos quitan la vida», advierte.
A solo unos metros de Ildefonso se encuentra Juan Rivas Ruiz. Como su compañero de marcha, trabajó en Santana Motor. Estuvo de fresador hasta que un accidente en 1978 le obligó a cambiar las máquinas por el papeleo de las oficinas de la empresa automovilística.
Juan tiene ahora 79 años y una moral a prueba de bombas. Es el mayor de la columna. No desfallece y si hace falta se pone al frente de la marcha para marcar el paso. Está acostumbrado a andar. Todos los días se mete dos horas de caminata por la vía verde de La Cruz. «Por lo tanto lo llevo muy bien«, afirma a El Nuevo Observador. «Somos lo que más necesitamos la sanidad pública y desde la plataforma de pensionistas llevamos mucho tiempo reivindicando que las cosas cambien», subraya.
Este viernes afrontarán la tercera etapa que partirá desde el paseo de Villargordo a las 11:30 horas. Por delante asfalta y una meta, la manifestación del próximo domingo en Jaén, convocada por la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas y la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública de Jaén.