Pedro Díaz volvió este lunes a pisar el césped del Municipal de Linarejos, pero esta vez no para correr la banda, sino para hacerse cargo del plantel. El exfutbolista azulillo ya ejerce como entrenador del primer equipo, consciente de la dimensión del reto, de la dificultad de los objetivos y del tamaño de la empresa que asume, puesto que conoce perfectamente las exigencias de la institución.
De este modo, el Linares abre una nueva etapa con el aterrizaje forzoso del expreparador del CF Talavera tras la salida de Juan Antonio Milla, al final de la primera vuelta, debido a los malos resultados. El técnico llega sin tiempo que perder y arranca su primera semana con un intenso calendario de sesiones y un partido amistoso el próximo sábado frente al Martos CD, de la Tercera Federación, en el Memorial Pepe Bermúdez.
Después de comenzar la temporada como uno de los candidatos al ascenso y desplomarse conforme han ido pasando las jornadas, Pedro Díaz tiene ante sí un desafío mayúsculo que pasa, en primer término, por recuperar la moral de los profesionales y, después, por escalar posiciones en la tabla clasificatoria con victorias y buen fútbol.
Esto último dependerá, en buena medida, de la llegada de refuerzos en el mercado invernal, ya que la actual plantilla carece de recursos suficientes para competir al mismo nivel que los mejores clubes del Grupo IV de Segunda Federación.
La dirección deportiva debe negociar, antes de todo, la salidas de los futbolistas que no cuentan para el club ni para Pedro Díaz. Está más o menos claro que se apuntalarán prácticamente todas las líneas, especialmente los costados, el centro del campo, por la marcha de Rodri, y el ataque, sin descartar la portería.
