Pilar Peralto Berrocal nació en 1925. Por aquel entonces, la esperanza de vida al nacer no llegaba a los 50 años. En 2024 alcanzó los 84,01. El primer paso que tuvieron que dar los actuales centenarios, como ella, fue no morirse cuando eran niños.
A principios de la década de los 20 del siglo pasado, la tasa de mortalidad infantil en España era de 120 por cada por cada mil nacidos, y en Andalucía esa cifra era muy superior por su condición de región rural y por las precarias condiciones sanitarias y socioeconómicas de la época.
Son datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que reflejan la evolución que ha experimentado la sociedad desde que Pilar Peralto vino al mundo un frío 5 de diciembre de 1925 en Sevilla. Su historia es extraordinaria. Ni su carrera ni su vida se ajustan al papel que tenían las mujeres en la España de su tiempo. Es el apasionante relato de una luchadora que logró hitos impensables desde la perspectiva de aquel periodo.
Estudio en el Instituto-Escuela de Sevilla, una iniciativa educativa pionera y de vanguardia, surgida durante la Segunda República, inspirada en la Escuela Nueva europea, que buscaba modernizar la enseñanza y superar el atraso educativo con un enfoque experimental y progresista.
Esa experiencia le permitió ir más allá en su formación. Se trasladó a Granada donde se licenció en Farmacia y conoció al que luego fue su marido y compañero de viaje hasta su fallecimiento en 2004, el linarense José Rodríguez Caro.
Con él, abrió dos boticas en la pujante ciudad de las minas. José se instaló en la de la calle Viriato y ella en Sagunto esquina San Joaquín, que sigue regentando, a sus cien años, junto con su hijo Esteban, también farmacéutico, al igual que su otro vástago Santiago, que está al frente de la Farmacia Peralto Salud, en la calle Úbeda, número 5.
La saga familiar la completan, Jose Luis, médico anatomopatólogo en el Hospital Universitario 12 de octubre de Madrid; Antonio, jubilado del Grupo FCC, y David, licenciado en Filología Hispánica y titulado superior en Música, además de presidente de la de la Fundación Teatro Joven (LaJoven) en la capital de España.
El día de sus cumpleaños, Pilar fue sorprendida con una fiesta de aniversario de lo más especial, en la que participó toda su gente, incluidas las trabajadoras de su farmacia. En torno a la celebración se reunieron sus hijos, sus cuatro nueras (Rosario, Concha, Ana y Carmen), sus 10 nietos y su 9 bisnietos, el último de ellos con tan solo un mes de vida.
Su presencia y el cariño que recibió durante la jornada fue el mejor regalo para una mujer extraordinaria, luchadora, hecha a sí misma y adelantada a su tiempo, que compaginó su profesión como farmacéutica con la docencia en el instituto Huarte de San Juan y en su sección delegada de Bailén.
Premio a la Trayectoria Empresarial de la Cámara de Comercio en 2018, representa una de las voces más particulares y brillantes de la Farmacia en Andalucía y en España. Fue un ejemplo para sus compañeros de generación y para los que hoy optan por este oficio, como su nieta Carmen que sigue la estirpe de una de las familias más respetadas de Linares.
Pilar Peralto Berrocal es empresaria, madre y abuela en mayúsculas. A sus cien años, sigue siendo una mujer con fuelle y arrestos, que ha sabido sobrevivir a infinidad de vicisitudes pero, sobre todo, vivir. Adaptarse, lejos de resignarse y, menos, de conformarse. Amar a los suyos, dar todo por el sustento, trabajar hasta perder el sentido pero, sobre todo, como fuerza que fija el rumbo. Ella forma parte del selecto grupo de 13 linarenses que han sobrepasado el siglo de vida.
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