Las mañanas, tardes y noches de Linares están siendo más frías que de costumbre en este mes de marzo. No se debe a la irrupción de algún fenómeno meteorológico, sino a una situación coyuntural; el paro indefinido del sector de los transportes que ya ha alcanzado su sexta jornada desde que comenzase el lunes 14.
El desabastecimiento empieza hacer mella en determinados supermercados de cadenas que operan en la ciudad. Escasean, principalmente los productos frescos. Las bandejas vacías pueden verse en distintos establecimientos, donde admiten que no están recibiendo pescado, carne y fruta fresca por el bloqueo de los camiones.
«No hay nada de fruta», se lamenta Juan Manuel Carmona que ha eliminado de la lista de la compra semanal un «montón de artículos». «Es una pena, pero también entiendo a los transportistas. Es cruel lo que están soportando», reconoce acto seguido.
La falta de género también se nota en las pescaderías por el amarre de flotas pesqueras que no salen a faenar ante la imposibilidad de transportar el pescado desde las lonjas y los mercados.
Tampoco queda prácticamente nada de carne de pollo y cerdo y este sábado empezaron ya a escasear incluso algunos congelados, dado que la gente que no conseguía llenar la despensa con frescos acababa optando por echar al carro este tipo de productos. Asimismo, los lineales de los aceites, tanto de oliva como de girasol; refrescos y cervezas; así como yogures y otros alimentos lácteos.
La situación en algunos establecimientos es límite y de seguir el paro posiblemente se vean abocados a cerrar, como ya han hecho algunas cadenas en otras ciudades.
Sin embargo, los tiendas de barrio resisten y mantienen sus reservas. «No somos un supermercado, ni tenemos su capacidad, pero nos queda fruta, aceite y otros productos necesarios de la despensa», señala un comerciante de la zona de la Avenida.
«Por suerte, la frutería de mi calle tiene prácticamente de todo. Le faltan cosas, pero he podido comprar lo necesario para la comida de este domingo», señala Carmen Cañas, vecina de la Plaza Colón.
No solo hay problemas en los supermercados, las industrias más potentes de la ciudad, como la maderera Sonae Arauco lleva desde este viernes con la actividad parada debido a la huelga del transporte. De momento, no saben cuándo retomarán la producción.
