La parroquia está prácticamente vacía. Solo se ve a un hombre colocar con esmero un paquete de folletos en una de las mesas de la entrada. Al fondo, entre algunas de las imágenes más representativas de la Semana Santa de Linares, una pantalla de televisión va pasando imágenes del estado de la techumbre del templo, con breves descripciones, para hacerse una idea de lo mal que está.
La octavilla que el feligrés ha puesto tan cuidadosamente reza en su portada: «La parroquia, obra de todos». Ese encabezamiento tan efectivo se refiere a la campaña que ha puesto en marcha la iglesia de San Francisco para la reconstrucción de la cubierta del crucero, gravemente dañada por el paso del tiempo y la falta de conservación. «Solo se le han hecho pequeño arreglos, pero necesita una intervención más profunda y urgente», advierte el párroco Manuel Alfonso Pérez, que no para de hacer números para lograr los 154.117,89 euros que faltan para cubrir los costes de las obras.
El cura habla con total transparencia, sin dobleces. «Necesitamos la colaboración de la gente, porque no disponemos de ese dinero. Es necesario que crezcamos en autonomía e independencia económica. Somos los creyentes los que tenemos la obligación de mantener económicamente la iglesia», reconoce. Su mensaje va a dirigido a su comunidad, aunque está abierto a toda la sociedad linarense, porque, creencias religiosas al margen, se trata de un bien que forma parte del patrimonio y la historia del municipio.
Manuel Alonso es un tipo sencillo y amable, de voz atemperada. Lleva cuatro años como titular de San Francisco, y desde llegó se marcó como objetivo renovar por completo el deteriorado tejado que da a la calle Viriato. A través de distintas colectas y donaciones, ha conseguido reunir 151.000 euros, pero queda la otra mitad para completar los 304.000 euros en los que está presupuestado este proyecto.
Fe en los linarenses
Los trabajos comenzará el próximo 6 de octubre y durarán aproximadamente unos cuatro meses si no hay ningún contratiempo. La cuestación popular lleva unos días en marcha. La única ayuda pública de la que dispone no es de dinero contante y sonante, sino con la bonificación del permiso municipal de obras. La Diócesis de Jaén anda con la cartilla de ahorros algo justo, por el montante deberá salir de las aportaciones de la gente.
El religioso es optimista y deposita su fe en los linarenses que, desde su punto de vista, harán lo posible por alcanzar la meta. No en vano, el templo está integrado en el centro urbano de la ciudad. Fue iniciada a mediados del siglo XVI, si bien ha ido rematando a lo largo del tiempo.
La cúpula descansa sobre cuatro pechinas enriquecidas con frescos fechados entre los siglos XVII y XVIII. Hace más de treinta años, en el entonces titular de la parroquia, Manuel Vega Zegrí, apuntaló la cubierta del crucero. Recientemente, se afrontó el coro de la capilla del Sagrario y el adecentamiento de los salones para las reuniones de los diferentes grupos parroquiales y catequesis. Todo han sido mejoras puntuales. Ahora, es necesario encarar de manera urgente una de las mayores intervenciones de conservación de su reciente historia. «Es una parroquia muy querida por todos los linarenses. Alberga cofradías de pasión y de gloria, además de imágenes muy veneradas», sostiene.
Esta obra pertenece a una primera fase, ya que hay pendiente otra que afectaría a la cubierta de la nave de la iglesia, con una inversión estimada de 295.000 euros.
Las aportaciones se pueden realizar mediante transferencia a la cuenta de Caja Rural de Jaén ES40 3067 0045 0322 4104 7816, Bizum (07567) o en la página web www.donoamiiglesia.es.
