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Dos detenidos en Linares por asestar una puñalada a un hombre

Los arrestados son dos hombres, de 21 y 27 años, y una mujer, de 31, que están acusados un delito de homicidio en grado de tentativa. Dos de los detenidos ya estén en prisión

Por:Redacción
Arma blanca incautada por la Policía Nacional de Linares.

La Policía Nacional de Linares detuvo a dos hombres, 21 y 27 años, y una mujer, de 31, como presuntos autores de un delito de homicidio en grado de tentativa, así como de obstrucción a la Justicia.

Los hechos se produjeron en la madrugada del lunes, 10 de abril, en un local de ocio de la ciudad, cuando los acusados asentaron una puñalada en el costado a un hombre de 39 años con el que habían mantenido una discusión unos minutos antes.

Un cliente, que presenció los hechos, trasladó a la víctima hasta el Hospital San Agustín para que fuera asistido por los facultativos. Durante el trayecto, esta persona observó cómo los autores se escondían en una vivienda próxima al lugar.

De inmediato, se personaron en el inmueble agentes de la Policía Nacional a los que la propietaria impidió el paso a empujones, para facilitar la huida de los presuntos autores. Pese a ello, los funcionarios localizaron el arma blanca con el que se cometió el ataque, tratándose de un cuchillo de cocina con una hoja de 20 centímetros al parecer, recién limpiado.

Visita al hospital

Los agentes desplazados, una vez entrevistados con el propietario del establecimiento, éste manifestó que la víctima había sido auxiliada y trasladada al hospital de la localidad por clientes que se encontraban en el lugar.

Una patrulla de agentes se dirigió al centro sanitario con el fin de interesarse por el estado de salud de la víctima mientras otra dotación policial daba una batida por la zona en busca de los presuntos autores.

De este modo fueron requeridos por la persona que trasladó a la víctima al hospital y que presenció durante el trayecto cómo los arrestados se refugiaban en una vivienda, indicándoles el lugar exacto.

A las preguntas de los agentes de cómo había ocurrido todo, esta persona manifestó a los policías que cuando se dispuso a abandonar el recinto observó a un varón tirado en el suelo por lo que se acercó a interesarse por su salud.

«Ya está aquí la Policía, corred, corred»

De acuerdo con el relato, mientras lo incorporaba se percató de que dos varones se acercaban a ellos esgrimiendo cada uno de ellos un arma blanca, cuando de repente y sin mediar palabra uno de ellos le asestó una fuerte puñalada en el costado que le provocó que comenzara a sangrar de forma abundante, llegando incluso a temer por la vida de la víctima, lo que le instó a introducirlo en su vehículo y desplazarlo al hospital.

Con la clara intención de postergar la localización de los dos presuntos autores y tras repetidas llamadas a la puerta de la vivienda por parte de los agentes solicitando la apertura de la misma, éstos escucharon a la arrestada claramente vociferar: «Ya está aquí la Policía, corred, corred al patio que yo los entretengo”.

Una vez les abrió la puerta la detenida es interrogada sobre el paradero de los otros dos implicados respondiendo la misma que lo desconoce, momento en el que los agentes advierten un rastro de gotas de sangre que se dirigían al patio. De forma inesperada, cuando la mujer se dio cuenta de que los agentes vieron la sangre, no dudó en impedir de forma activa mediante empujones, que los policías se dirigieran al patio, aunque estos finalmente consiguieron entrar, observando a los dos varones intentando huir saltando el muro que delimita al exterior.

Ropa y calzado manchado de sangre

Los agentes detuvieron a los dos varones en el acto percatándose como ambos, además de coincidir con la descripción aportada por la persona que ayudó a la víctima, tenían su ropa y calzado manchado de sangre.

Los restos de sangre encontrados en la vivienda dejaron entrever que pudieran hallarse pruebas incriminatorias del hecho ocurrido, descubriendo en las escaleras del domicilio el arma blanca, presuntamente utilizada para cometer la agresión, tratándose de un cuchillo de cocina de 32 centímetros de longitud y una hoja de 20.

Gracias a la rápida actuación de forma desinteresada de la persona que trasladó a la víctima al Hospital, éste pudo ser asistido de urgencia y evitó unas consecuencias irreversibles que las lesiones pudieran haber originado.

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