La investigación policial sobre el incendio ocurrido el pasado 21 de febrero en un bloque de viviendas de Linares donde falleció una niña de 10 años y causó heridas a otras 14 personas ha determinado que el origen del mismo estuvo en un brasero eléctrico, tal y como ya avanzó El Nuevo Observador como primer hipótesis.
Fuentes policiales han confirmado a Europa Press que el informe de Policía Judicial sobre las causas del incendio ya ha sido remitido al Juzgado y ha sido incorporado a las diligencias que hasta el momento se han instruido. De esta forma, los investigadores establecen que el inicio del fuego es compatible por el contacto directo de una fuente de ignición con material combustible.
Todo hace indicar que fue el brasero en contacto con las faldas de la mesa camilla y de ahí la rápida propagación del incendio. El mismo día del suceso desde los bomberos de Linares ya se dijo que el origen había sido «un foco de aportación de calor», al mismo tiempo que los testigos señalaban ya a un brasero eléctrico como la causa de la tragedia.
Fueron varios vecinos los que alertaron al 112 sobre las 01,00 horas la madrugada del pasado 21 de febrero por un incendio en un bloque de viviendas de tres plantas de la calle Vicente Espinel, en el barrio de Arrayanes. Los testigos alertaban de la presencia de personas atrapadas, entre ellas menores de edad.
Una vez en el lugar, los operativos comprobaron que se trataba de un incendio declarado en una vivienda de la primera planta y que el humo afectaba ya a todo el edificio.
Con el camión escala, los bomberos consiguieron evacuar a siete personas, entre ellas a la menor fallecida, que aunque en un primer momento estaba consciente, empeoró en el traslado al centro hospitalario.
