Hace dos años el Ministerio de Defensa y la Universidad de Córdoba establecieron una alianza para elevar la vida del Santana Aníbal militar otros 20 años, después de quedar apartado del servicio activo. El proyecto consiste en cambiar su combustible para que sea eléctrico, ampliando así su logística de movilidad.
El Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE) acaba de sacar a licitación el contrato para la compra de un sistema de generación eléctrica a partir de hidrógeno para este veterano vehículo, según recoge el pliego de prescripciones técnicas al que ha tenido acceso El Nuevo Observador y que se puede consultar en el perfil del contratante del citado departamento del Ministerio de Defensa.
El Ejército de Tierra quiere que sus vehículos ligeros sean menos dependientes del carburante, más económicos, con menor carga logística y más sostenibles. De ahí, que busque en esta alternativa una segunda vida para el todoterreno fabricado en la factoría linarense de Santana Motor.
El contrato, que asciende a 235.000 euros (con IVA), contempla la adquisición de varios equipos: pila de hidrógeno, conducciones y válvulas, depósitos de hidrógeno, sistema de control y energía y acumuladores eléctricos (baterías) y cargadores.
Beneficios del proyecto
La facilidad de la tracción eléctrica junto con la reutilización de materiales que disminuirían su mantenimiento. Es decir, durarían mas tiempo, son más ecológicos y tienen más movilidad de uso que el anterior modelo de vehículo Aníbal.
Todo esto se llevará acabo en el Centro de Mantenimiento de Vehículos de Ruedas número dos, situado en El Higuerón (Córdoba).. Además, la tracción de coche será de 4×4 logrando que ambos motores estén sincronizados y llegando a una gran potencia mecánica de 72 caballos por eje. Su autonomía rondará entre los 80–120 kilómetros.
Auge y caída
El Santana Aníbal se presentó en 2002. Era uno de los últimos esfuerzos de la Junta de Andalucía por reflotar una empresa en caída libre. La idea es que absorbiera la demanda de todoterrenos rurales del Land Rover hechos en Linares, así como de colocarlo en concursos públicos. Nada salió como se esperaba.
El Ejército adquirió unas 2.000 unidades del Aníbal Santana fabricadas en las instalaciones de la extinta compañía linarense, entre 2003 y 2011. El vehículo batió en la licitación al de Urovesa.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa ha decidido renovar su flota con el reemplazo del Santana Aníbal después de dos décadas al ‘servicio de la patria’.
