El baloncesto linarense no vive precisamente su mejor momento. El CAB Linares, una de sus referencias, no competirá este curso en categoría sénior en divisiones nacionales. Lo hará en las ligas provinciales y seguirá centrando todos sus esfuerzos en la promoción de la cantera.
De ella salió hace unos años Sara María Sánchez González, una base nacida en Sevilla -12 de mayo de 1993-, pero criada en la ciudad de las minas, donde comenzó a botar la pelota y a encestar en el colegio El Pilar, una auténtica fábrica de baloncestistas. Lo que viene a ser Magariños para el Estudiantes.
Del patio de la escuela pasó al parqué del pabellón del Huarte de San Juan y, posteriormente, al del Julián Jiménez, con las camisetas del CB Santana y CAB Linares, con las que despuntó en los campeonatos de Andalucía y de España. Tanto carácter, sacrificio y talento juntos pronto llamaron la atención de los mejores clubes de la comunidad.
Tras asentarse en la Liga Femenina 2, en los equipos Syngenta CB Almería, Agrupación Deportiva Avilés, Magec Tias de Canarias o CB Alhaurín de la Torre, en Leganés encontró la recompensa a años esfuerzo con el ascenso a la máxima categoría del baloncesto femenino español.
Sara Sánchez no solo se ganó un puesto en el quinteto titular, sino que su liderazgo le llevó a la capitanía por decisión del cuerpo técnico y de sus propias compañeras de vestuario. La base linarense acaba de ampliar su relación con el Innova-TSN Leganés, en el que cumplirá su cuarta temporada.
La renovación tiene una motivación extra para la linarense, porque se produce en pleno proceso de recuperación de una grave lesión que se produjo el pasado mes de marzo durante un entrenamiento. Sufrió una rotura de fibras en el gemelo izquierdo y una entesitis en el tendón de Aquiles izquierdo, lo que le impidió acabar el curso.
Graduada en Magisterio en Educación Primaria, en la especialidad de Educación Física, se ha ganado el cariño de la afición pimentonera y los elogios de su entrenador burgalés Evaristo Pérez Torices, quien sabe de su importancia en la pista y en el banquillo como motivadora.
El pasado 11 de junio recibió una mención especial de la Federación Jiennense de Baloncesto por su trayectoria. Un reconocimiento que sirve de acicate para ella y para otras muchas jugadoras de Linares. Hace unos días compartió experiencias y clases tácticas con la internacional Maite Checa, la mejor deportista de la historia de la ciudad minera. Fue durante la celebración del Campus Baloncesto Ciudad de Cástulo en el Parque Deportivo de La Garza, con la presencia de Chus Mateo, entrenador del Real Madrid.
Su camino ha sido el de una luchadora, una persona que ha tenido que exigirse al límite para ganarse su puesto en el deporte. A medida que ha ido creciendo en su puesto de base se ha mantenido con talento y una ingente cantidad de sudor. Absolutamente nadie le ha regalado nada, su esfuerzo le ha permitido completar sacrificios y mejoras en su juego, tan necesarias en deportes cada vez más profesionalizados. Sara Sánchez, junto con Pablo Sánchez, son claros ejemplos del buen hacer del baloncesto linarense.