Cuatro jóvenes aprovechan las primeras horas del día para jugar una pachanga en la maltrecha pista de baloncesto del área recreativa de la Estación de Almería. A dos pasos de ellos, varias personas también disfrutan de la «fresquita» para sacar al perro, mientras otras realizan ejercicios en el circuito biosaludable del recinto. Todo está tranquilo en uno de los barrios de expansión de Linares, como otra mañana más del mes de agosto.
Sin embargo, basta con echar un vistazo a su alrededor para darse cuenta de que algo falla en este lugar relativamente nuevo, ubicado entre la calle Gardenia y el Camino de Úbeda. El estado del parque es simple y llanamente «lamentable». Hace una semana salió ardiendo parte del césped artificial de la zona infantil. Concretamente donde está el columpio sin los correspondientes asientos. Solo quedan las cadenas. Los bomberos sospechan que el fuego fue provocado.
Cualquier rincón del recinto es un monumento al abandono más absoluto. Es «deprimente y alarmante» el estado de suciedad. Hay restos de botellas, latas, cascaras de pipas y otros residuos esparcidos por el suelo. La sensación es de pesadumbre. «Estamos dejados a nuestra suerte«, apunta un residente para sentenciar: «Ni los que estaban antes hicieron nada, ni los de ahora se han preocupado por nosotros». La denuncia es compartida por una pareja que se ha detenido en el parque. «Es una vergüenza cómo tienen esto», lamenta.
Dicen que las veces que han visto a un concejal desde que comenzó el mandato se pueden contar con los dedos de una mano y ha sido para «hacerse la foto». «Alguna vez han venido por aquí, pero como puede comprobar no han hecho nada de nada«, insiste. «La pandemia o la falta de personal son las excusas que nos han puesto siempre. No se lo creen ni ellos», critica Juan Pedro, vecino de la cercana Julio Burell, que ha salido a correr temprano para evitar el intenso calor que está haciendo estos días.
El inexistente mantenimiento afecta a todo el espacio, tanto el destinado a niños, como las instalaciones deportivas. No hay nada que se salve. «Es una clara muestra de la nefasta gestión de conservación del Ayuntamiento que venimos denunciando los vecinos», recuerdan.
Otra de las quejas es la concentración de jóvenes hasta altas horas de la madrugada. «Lo dejan todo perdido. Tienen las papeleras a un metro y lo tiran todo al suelo», denuncia una mujer indignada por la situación de la zona.
El problema es que la situación de los parques y jardines de Linares no es exclusivo de la Estación de Almería. Prácticamente es común en todos los barrios. Pocos se libran.
Su adecuada conservación fue uno de los caballos de batalla del PSOE e IU cuando estaban en la oposición. Ahora, los colectivos vecinales les recuerdan que ostentan el poder y les exigen la misma responsabilidad que a los anteriores gestores. «A mí me da igual quien gobierne en el Ayuntamiento, solo les pido que hagan su trabajo. Hay que acabar con esta decadencia que sufre la ciudad», remata Antonio, un hombre mayor que suele pasear por el Camino de Úbeda.
Fotos: Javier Esturillo