Fueron pocas horas, pero se hicieron cortas. La Noche en Blanco de Linares obtuvo una multitudinaria respuesta por parte de linarenses y visitantes, que abarrotaron el centro y los principales enclaves monumentales de la ciudad hasta bien entrada la noche del viernes disfrutando de los descuentos de los comercios y de alguna de las actividades culturales gratuitas programadas.
Nadie parecía tener prisa. O esa era la impresión que causaban las colas de personas que aguardaban pacientes para ver el género de los establecimientos o los conciertos que se celebraron en distintos espacios de Teresa Mood, D’Órdago, Pedro Cortés, Carlitos Hojas, Sergio Tudela, Roswell, La Macanca y Shidow.
Muchos se dejaban sorprender de las propuestas que encontraban a su paso y otros seguían un itinerario trazado concienzudamente para participar en las actividades que más le atraían, entre las que se encontraba la gastronomía local a través de sus bares y restaurantes.
Concurridas también, como en ediciones anteriores, fueron las propuestas de ocio para los más pequeños que, el viernes, se acostaron un pelín más tarde, pero con una sonrisa en los labios.
Fotos: Cámara Linares y Turismo Linares