Calzarse los guantes y subirse a un cuadrilátero a dar puñetazos a diestra y siniestra es mucho más que un buen ejercicio para los músculos.
Además de tonificar —tanto los brazos como el core y las piernas—, de quemar calorías y combatir la celulitis, el boxeo es un deporte perfecto para la mente: ayuda a mejorar las cualidades analíticas y genera confianza en uno mismo. Es sinónimo también de esfuerzo, redención y dolor.
Linares es tierra fértil de boxeadores. Este pasado sábado en Crevillente (Alicante) una delegación del Club La Mina ha demostrado que este deporte en Linares está más vivo que nunca, con una boyante cantera de púgiles.
Su participación en el Open Inter-Regional de la Global Boxing Federation se saldó con cinco medallas, dos de ellas de oro, las que se colgaron Miguel Sánchez, debutante en 69 kilos, y Pedro J. Montegro, también de estreno en 72 kilos. Por su parte, Aitor Ruiz, el más pequeño del equipo, se llevó la plata en 40 kilos ante un rival más experimentado al que supo plantar cara.
En categoría femenina, destacar la plata de Naiala barbero en 56 kilos, donde demostró su extraordinario progreso, y el bronce de una siempre incombustible Alba Navarro en 52 kilos.
Jorge Barbero es su entrenador y no puede estar más orgullosos de sus deportistas, por su alto nivel competitivo y su progresión técnica.
La Mina es, del mismo modo, un ejemplo de compromiso para eliminar barreras y romper techos de cristal. La integración y la igualdad de género son dos de sus premisas fundamentales. Los niños y las niñas comparten entrenamientos y cuadrilátero indistintamente de su sexo. «Aquí lo importante son las personas, da igual si eres hombre, mujer o del país que seas. No nos importa nada más allá de la persona», reitera Jorge para explicar la filosofía de un club humilde,
Muy buen gimnasio de Boxeo, muy buenos entrenadores, muy buen ambiente, una familia.