La obra de Miguel Casado

Figura indiscutible y controvertida del baloncesto linarense, sigue al frente del CB Linares 40 años después de su fundación

Por:Javier Esturillo
Miguel Casado recibe de manos de Juan Fernández el Premio de Honor del Deporte en 2013.

La historia del baloncesto linarense no se puede entender sin la figura de Miguel Casado. Ningún otro dirigente se ha atrevido a revolucionar el sistema con tanta energía y descaro como el presidente del CB Linares.

Controvertido, polémico, incombustible, trabajador, con luces y sombras, su protagonismo en la escena deportiva de la ciudad ha sido tan camaleónico como sobresaliente. Cuarenta años lleva dando guerra dentro y fuera de las pistas. Está en el baloncesto para acompañar, para servir de lanzadera a jóvenes prometedores, porque, caprichos del destino, nunca pudo cumplir su sueño de ver al club que fundó en una Liga profesional. O si. Linares encontró su lugar en el mapa de la canasta gracias al empeño de este hombre nacido en el barrio de San José, en 1939, poco antes de que el mundo estallara en llamas.

Fue con la creación del UCLA Basket, equipo del Circuito de Baloncesto Profesional, competición independiente en la que proliferaban los jugadores norteamericanos y las anotaciones de vértigo. Entre los del equipo linarense sobresalió Mike Saulsberry, quien años después recaló en el FC Barcelona para suplir a un lesionado Audie Norris. El experimento, sin embargo, duró poco. Le tacharon de iluso y megalómano.

A pesar de aquella tumultuosa experiencia, Miguel Casado no cejó en su empeño de llevar al CB Linares a lo más alto. Ascendió a Segunda División Nacional y se quedó a un paso de la Liga EBA -cuando solo había tres categorías nacionales, luego aparecería la LEB Plata-. Dice que «no tiene ninguna espina clavada» y que «todo lo que ha hecho por el baloncesto ha sido por su ciudad». «No quiero reconocimiento alguno. Me debo a Linares», insiste a este periódico.

Presentación del Trofeo ‘Ciudad de Linares’, con motivo del 40 aniversario.

Alejado de los focos, Miguel Casado no olvida nombres como Juanfran Garrido, uno de los mejores jugadores en la historia del club y de la provincia de Jaén, así como Justicia, Baldán, Montoya, Palomino o recientemente Pablo Sánchez, entre otros.

Su extensa trayectoria le ha permitido asistir al alumbramiento de mitos, desde Pau Gasol o Juan Carlos Navarro, o el que se le quedará para siempre en la retina: la explosión de Ricky Rubio, por entonces Ricard, en la final del Europeo cadete de 2006, aquella del triple milagroso del base que paralizó el tiempo en el Pabellón Julián Jiménez. A la altura de la parábola mágica del balón, en el palco del pabellón donde “su” CB Linares escribió las mayores gestas, una persona de pelo cano estallaba de alegría. Era Miguel Casado.

Torneo

Otra de sus creaciones es el torneo de cantera. Este fin de semana se disputa el Trofeo ‘Ciudad de Linares’, que este año coincide con el cuarenta aniversario de la fundación del club.

Este sábado, a las 17:30 horas, el Real Betis Baloncesto y el Movistar Estudiantes jugarán la primera semifinal. A las 19:30 horas, le tocará el turno el Unicaja Baloncesto y el Baloncesto Fuenlabrada. Al día siguiente, a las 10:30 horas, se disputará el tercer y cuarto puesto y, a las 12:15 horas, se celebrará la final en la que se decidirá al ganador del Trofeo. Los partidos se disputan en el Pabellón Julián Jiménez, con entrada gratuita.

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