Linares necesita con urgencia un cambio de modelo económico que le permita hacer frente a la fuerte crisis que lleva arrastrando durante los últimos años. La desaparición de su principal motor económico durante tantos años ha llevado a nuestra ciudad a ocupar casi permanentemente los primeros puestos en el ranking de las poblaciones con mayor tasa de paro, y la agricultura, la industria y el turismo, sectores que están permitiendo a otras localidades reorientar sus economías y mantener unos niveles de actividad razonables, no son en este caso una alternativa viable.
En estas circunstancias, la apuesta por el conocimiento y la innovación constituye la mejor opción a corto y, especialmente, a largo plazo. Y contar en Linares con una sede universitaria es sin duda la mejor forma de iniciar el cambio de modelo económico que esta ciudad necesita.
La potenciación de la actividad docente e investigadora desarrollada en el Campus de Linares ofrecería una inmejorable fórmula de diversificación que brindaría nuevas e importantes oportunidades de generación de empleo de calidad y de fomento de un desarrollo sostenible.
Por una parte, la actividad universitaria en general, y la función de transferencia de resultados de investigación en particular, aporta conocimiento especializado y hace posible la colaboración con empresas locales para desarrollar proyectos de investigación y aplicar soluciones innovadoras.
Los investigadores locales pueden además abordar problemas específicos de la región y desarrollar soluciones adaptadas a las necesidades locales. Todo ello puede además llevar a la creación de nuevas empresas, la atracción de inversiones y el crecimiento económico.
Una sede universitaria proporciona además autonomía a la comunidad local. En lugar de depender exclusivamente de las inversiones exteriores cuyo rendimiento tienen además un escaso impacto sobre la comunidad local, la Universidad ofrece a la población recursos educativos y de investigación dentro de su propio entorno y un medio para generar conocimiento local que mejora la resiliencia de la comunidad frente a los vaivenes de la economía internacional.
La presencia de una universidad crea empleos directos (profesores, personal administrativo, etc.) e indirectos (servicios relacionados con la universidad). Además, la formación de estudiantes locales aumenta su empleabilidad y contribuye al desarrollo y la retención de la fuerza laboral. Las actividades de investigación y transferencia de conocimiento también pueden generar empleos en sectores específicos, como la tecnología, la salud o la agricultura.
Por otra parte, las universidades no solo desarrollan una función docente e investigadora. También desempeñan un papel importante en la promoción de actividades culturales. Conferencias, exposiciones, conciertos y eventos artísticos enriquecen la vida cultural de una comunidad tan necesitada de este tipo de actividades.
En definitiva, la extensión universitaria, que implica la colaboración con la sociedad local, permite compartir conocimientos y recursos con la población en general, ofreciendo incluso programas de educación continua, asesoramiento empresarial y servicios comunitarios.
Finalmente, creo que la potenciación de la oferta universitaria en nuestra ciudad podría tener una consecuencia fundamental para la misma en el momento actual: Linares necesita la vida y la energía que aportan a las ciudades los estudiantes universitarios; gente joven y con ilusión capaz de contagiar su dinamismo al resto de la población y de suponer un referente positivo para los más jóvenes.
Linares necesita volver a ser una ciudad atractiva para gente con talento, personas emprendedoras y capaces que vean en esta ciudad el lugar en el que desarrollar sus proyectos de vida. Y la Universidad constituye sin duda uno de esos factores de atracción para el tipo de personas y proyectos que necesitamos.
Así las cosas, contar en Linares con una sede y una oferta universitaria atractiva no solo brinda oportunidades educativas, sino que también contribuye al desarrollo integral de la comunidad, su economía y su identidad cultural.